12/10/2024
Con los cambios de paradignas, el echar por tierra el "de eso no se habla" - que tan naturalizado estaba en la sociedad - abrimos los ojos para darnos cuenta de lo iguales que somos en nuestras diferencias. Y empezamos a hablar de Salud Mental. Después de todo, ¿quién no necesita sentirse parte? ¿Quién no encuentra en un abrazo la medicina más antigua y poderosa que se puede dar y recibir?
Por Lorena Medina
Hace años hablar de salud mental, prácticamente no existía. Sugerirle a alguien hacer terapia era tratarlo de "loco". Los manicomios eran su lugar, porque encerrarlos era lo que había que hacer. En el imaginario colectivo quienes padecían de algún trastorno mental "estaban en su mundo" entonces no podía convivir en "el nuestro".
A fuerza de trabajo, avances en los tratamientos y aperturas de otros espacios, la comunidad llegó a tomar conciencia y esa realidad se fue modificando.
Con los cambios de paradignas, el echar por tierra el "de eso no se habla" - que tan naturalizado estaba en la sociedad - abrimos los ojos para darnos cuenta de lo iguales que somos en nuestras diferencias.
Después de todo, ¿quién no necesita sentirse parte? ¿Quién no encuentra en un abrazo la medicina más antigua y poderosa que se puede dar y recibir?
El 10 de octubre, Día de la Salud Mental, el Centro de Salud Mental Tita Brivio de nuestra ciudad, abrió sus puertas para toda la comunidad.
Fue una jornada con una dinámica armónica y colorida en la que confluyeron pacientes, profesionales, estudiantes de distintas instituciones de la ciudad y proyectos de integración que ya tienen años de trayectoria en Tandil.
Tuve la dicha de ser espectadora y poder ver ese hilo invisible que nos une, el amor.
Los trabajos de los estudiantes que invitan a los adultos a validar las emociones de los jóvenes, de acompañarlos en el difícil camino de crecer y de también estar abiertos a aprender de ellos y sus problemáticas.
Pacientes del centro de día, realizaron de puño y letra afiches con letras de canciones, escribieron mensajes que repartían a quienes quisieran recibirlos a modo de souvenir.
Profesionales abrazándose, sonriendo siendo felices de ver su "casa" llena de gente, color, música. Amor...amor por todos lados, en cada rincón.
Y otra vez la sensación de que "ese otro mundo" del que siempre nos hablaron no era tal. No hay mundos paralelos, todos somos en un mismo mundo, pero los pacientes con diagnósticos en salud mental vienen a mostrarnos esa parte del "nuestro" que no queremos ver.
Hablar de Salud Mental, es hablar de nosotros mismos. De nuestros miedos, nuestras angustias, nuestras alegrías, también de nuestras broncas.
Hablar de salud mental es conocer, prevenir, acompañar sin juzgar y construir un universo más amigable para cada ser.
El cierre de Flor de Murga fue mágico, el tren de la alegría
murguera con vagones indispensables, pacientes, profesionales, familia, visitas
recorrió cada sala, al grito de "No se compra hecha la alegría, ni se
copia la felicidad".
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
11/12/2024
11/12/2024
11/12/2024
11/12/2024