9 de marzo de 2025
Las ventas minoristas pymes aumentaron un 24% interanual en febrero -a precios constantes- aunque registraron una baja del 2,9% mensual desestacionalizada, de acuerdo a un informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa.
Sin embargo, es importante señalar que esta mejora aun no logra compensar las fuertes caídas del año pasado, cuando las ventas retrocedieron 25,5% en febrero, acumulando un descenso del 27% en los dos primeros meses.
El impacto positivo de estrategias de
ventas, como promociones y descuentos, impulsaron un movimiento distinto en
muchos rubros y generaron un ambiente de mejores ventas. Rubros como librerías
e indumentaria escolar se beneficiaron de la demanda previa al inicio del ciclo
lectivo. Además, la adaptación del comercio a nuevos hábitos de consumo, con un
aumento en las ventas online y facilidades de pago, contribuyó a sostener
ventas en distintos segmentos.
A pesar del incremento interanual en las
ventas registrado en el último mes, el comercio enfrenta desafíos en los
próximos períodos, donde la evolución del poder adquisitivo de los consumidores
será un factor clave, dado que muchos encuestados señalaron una marcada
priorización de gastos esenciales. La competencia informal sigue siendo un tema
recurrente, con menciones al impacto del comercio en países limítrofes.
En este escenario, el aumento en los costos
operativos y la evolución de los precios serán determinantes en la rentabilidad
del sector, ya que, mientras algunos comercios mencionaron mantener importes
para incentivar el consumo, otros advirtieron el aumento del gasto en su
estructura. La capacidad de los negocios para adaptarse a las condiciones
económicas y ajustar sus estrategias será esencial para sostener el crecimiento
logrado y mitigar posibles caídas en la demanda, especialmente en períodos de
menor actividad.
Así surge el Índice de Ventas Minoristas (IVM) Pymes de la Confederación Argentina de la en Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.209 comercios minoristas del país, realizado entre el 1 y 7 de marzo.
ANÁLISIS SECTORIAL
En febrero, los siete rubros relevados
registraron subas interanuales en sus ventas. El mayor incremento se detectó en
Perfumería (+33,1%), seguido por Alimentos y Bebidas (+33%) y Farmacia
(+31,9%). En el acumulado del bimestre, lidera Alimentos y Bebidas con un
aumento de +32,8%.
En la comparación intermensual
desestacionalizada, todos los ramos presentaron variaciones negativas, siendo
Calzado y Marroquinería el que tuvo el mayor descenso (-5,4%) escoltado por
Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción (-4,3%).
Alimentos
y bebidas
Las ventas subieron un 33% en la
comparación interanual -a precios constantes-, acumulando un aumento del 32,8%
en el primer bimestre del año. Sin embargo, en la comparación intermensual
desestacionalizada, se registró una caída del 2,1%.
Esta recuperación interanual del sector
contrasta con los pronunciados descensos de febrero de 2024, cuando se
alcanzaron valores mínimos de -33,3% y un acumulado de -35,2%.
El resultado se registra tras un enero
afectado por la estacionalidad y las vacaciones. Igualmente, en algunos casos
se observó una limitada disponibilidad de recursos, mientras que en otras zonas
los aumentos de costos y la competencia informal continuaron representando
desafíos. Además, las promociones y los descuentos bancarios fueron estrategias
clave para sostener las ventas en un contexto de consumo ajustado.
Por otro lado, los costos operativos y la
evolución de los precios siguen siendo determinantes en la rentabilidad del
sector. Mientras algunos negocios lograron mantener sus importes para
incentivar la demanda, otros enfrentaron dificultades debido a la inflación y
el incremento en los montos de insumos. A pesar de estos desafíos, muchos
comerciantes se mostraron optimistas respecto a marzo, esperando una mayor
estabilidad y una reactivación sostenida de la actividad.
Bazar,
decoración, textiles para el hogar y muebles
Las ventas se incrementaron 24% interanual
-siempre a precios constantes-, sumando un incremento del 28,9%. En el contraste
intermensual desestacionalizado, se observó una disminución del 1,3%. Este
desempeño responde, en parte, a la base de comparación con febrero de 2024,
cuando las ventas se habían contraído un 22,7% y el primer bimestre acumulaba
una retracción del 21,9%.
Las promociones bancarias y el
financiamiento en cuotas fueron métodos valiosos para sostener la actividad,
aunque varios comerciantes expresaron preocupación por la reducción de las
opciones de pago a plazos y su posible impacto en las ventas futuras. En algunas
regiones, el comercio online ganó protagonismo como alternativa para captar
clientes en un contexto de menor disponibilidad de dinero en efectivo.
Por otro lado, en algunas zonas, la menor
afluencia de turismo limitó el movimiento comercial, mientras que en otras se
observó una leve mejora hacia el cierre del mes. A pesar de las dificultades,
muchos empresarios pymes mantienen expectativas favorables para los próximos
meses, confiando en una progresiva estabilización del consumo y en la adaptación
a nuevas condiciones del mercado.
Calzado
y marroquinería
Las ventas crecieron un 23% interanual,
acumulando un incremento del 21,4%. Aunque, en el intermensual se midió una
caída del 5,4%, la más pronunciada dentro del mes. En este ramo, la base de comparación
es febrero de 2024, cuando las ventas habían retrocedido 21,4%, con un
acumulado negativo del 21,1%.
El sector mostró un fuerte impulso en las
operaciones debido al inicio del ciclo escolar, con una mayor demanda de
productos como calzado colegial, mochilas y cartucheras. En varios lugares, las
promociones bancarias y los descuentos en cuotas sin interés fueron importantes
para dinamizar la actividad en un contexto donde el poder adquisitivo sigue
siendo una preocupación. A su vez, desde algunos locales señalaron que la
competencia con el comercio informal y las compras en países vecinos afectaron
las ventas en zonas de frontera.
A pesar del movimiento generado por la
temporada escolar, muchos negocios reportaron que la actividad se mantuvo por
debajo de lo esperado, en parte debido a la cautela de los consumidores y a la
falta de financiamiento a largo plazo. En tanto, en algunos comercios se
destacó una estabilidad en los precios, mientras otros advirtieron que los
aumentos en costos operativos y la inflación continúan presionando la
rentabilidad. De cara a los próximos meses, el sector apuesta a una mayor
estabilidad económica y a la posibilidad de reactivar la demanda con
estrategias de financiamiento y descuentos atractivos para los consumidores.
Farmacia
Las ventas mejoraron un 31,9% interanual y
llevan un alza del 25,9% en el primer bimestre del 2025. En tanto, en la
comparación intermensual -siempre desestacionalizada- se registró un retroceso
del 2,3%. Esto es producto, en parte, de la base de comparación con febrero de
2024, cuando las ventas se habían derrumbado un 39% y acumulaban una retracción
del 42,4%. A pesar de la recuperación observada, las farmacias aún no han
logrado compensar completamente las pérdidas sufridas en el primer bimestre del
año pasado.
El rubro experimentó un febrero
caracterizado por la suba en los costos de insumos y medicamentos, así como por
las dificultades en la cobertura del PAMI que, si bien mejoró en algunas zonas,
sigue representando un problema para muchos comercios y consumidores. La
demanda estuvo afectada por la priorización de gastos, lo que llevó a que las
compras se orientaran más hacia lo esencial y en menor volumen. En algunas
provincias, sobresalieron estrategias de descuentos y promociones en artículos
de perfumería y tocador como forma de sostener la actividad, mientras que, en
otras, la venta de medicamentos con receta sufrió restricciones o se vio afectada
por cambios en la normativa.
En otras regiones, la situación económica
llevó a una menor afluencia de clientes en los locales físicos, impulsando el
uso de farmacias online y sistemas de entrega a domicilio. A pesar de estos
desafíos, desde el sector mantienen expectativas moderadas para los próximos
meses, confiando en que la estabilización de precios y la recuperación de
coberturas podrían mejorar el panorama.
Perfumería
Las ventas subieron un 33,1% interanual, y
suman un incremento del 21,6% en el primer bimestre. Pero, en la comparación
intermensual, hubo un declive del -1,9%. Aunque el rubro muestra valores
positivos, la base de comparación sigue siendo baja, ya que en febrero del
pasado año se desplomó un -40,9% y acumulaba una retracción del -36,7% en los
primeros dos meses del 2024. Si bien las perfumerías pudieron revertir parte de
la caída del año pasado, aún queda margen para una compensación más sólida en
los próximos meses.
El sector mostró una mejora impulsada en
parte por promociones y descuentos en productos de tocador y cosmética. No
obstante, los comercios aún enfrentan dificultades debido al aumento en los
costos de insumos y la limitada disponibilidad de dinero en el mercado. Desde
algunas provincias remarcaron la estabilidad de precios en ciertos productos,
mientras que, en otras, las ventas se vieron afectadas por un consumo más
selectivo, donde los clientes priorizaron artículos esenciales en detrimento de
productos de mayor valor agregado.
El comercio online y las compras con
financiación fueron vitales para sostener la actividad en un contexto de menor
efectivo. Sin embargo, persiste la incertidumbre económica y la lenta
recuperación del poder adquisitivo, lo que mantiene la demanda en un terreno
frágil, según advierten los comerciantes del sector.
Ferretería,
materiales eléctricos y materiales de la construcción
Las ventas tuvieron un ascenso del 28,3% y
llegaron así a un crecimiento del 21,7% en el bimestre. Por su parte, en el
contraste intermensual bajaron 4,3%. En este rubro, la base de comparación es
un febrero 2024 con caída de -28,2% y un acumulado del 29,8%. Esto indica que,
pese a los valores positivos en términos interanuales y acumulados, aún queda
margen de recuperación.
El sector experimentó un febrero con ventas
dispares según la región. Mientras algunas provincias mostraron cierta
estabilidad o incluso pequeñas mejoras en comparación con el año anterior,
otras registraron una desaceleración debido a la menor actividad en la
construcción y la estacionalidad del mes. En muchas localidades, el regreso de
las vacaciones marcó un leve repunte en la demanda, especialmente para pequeñas
reparaciones y mantenimientos, aunque aún persisten proyectos de obra en pausa
a la espera de mayor estabilidad económica.
El financiamiento y las promociones jugaron
un papel importante en la dinámica del sector, con varias ferreterías
destacando el impacto positivo de descuentos y pagos en cuotas sin interés. Sin
embargo, el acceso al crédito sigue siendo un desafío en algunas regiones, lo
que limita la capacidad de inversión tanto de los comerciantes como de sus
clientes.
Textil
e indumentaria
Las ventas prosperaron un 5,1% interanual -a precios constantes-, acumulando un crecimiento del 15,8%. De todos modos, en la comparación intermensual desestacionalizada, se observó una disminución del -3%. A diferencia de otros sectores, este mantiene una evolución estable, tanto en 2024 como en lo que va del año. En términos interanuales, la base de comparación es un febrero de 2024 que había aumentado un 3,5% y acumulaba un incremento del 2,2% en el primer bimestre.
El ramo de indumentaria mostró un buen
desempeño en febrero, con un mercado segmentado entre las compras escolares y
las liquidaciones de temporada. Mientras que algunos locales aprovecharon el
inicio de clases para incrementar la salida de uniformes y calzado escolar,
otros señalaron que la demanda se mantuvo débil producto de la estacionalidad y
menor cantidad de consumidores circulando. En provincias como Mendoza, la
competencia con las compras en Chile continuó afectando la actividad, generando
preocupación entre los comerciantes.
A nivel general, el sector supo responder
con flexibilidad, apoyándose en estrategias de financiamiento y promociones
para mantener el ritmo. Con la reactivación del consumo tras las vacaciones y
el inicio de nuevas temporadas, los negocios confían en una mejora progresiva
en la demanda.
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA EL SECTOR
El comercio minorista enfrenta una serie de
desafíos que impactan directamente en su estabilidad y crecimiento. Uno de los
principales problemas radica en la falta de ventas, mencionada por el 50,7% de
los empresarios pymes como la mayor dificultad en la actualidad. A esto se le
suman los altos costos de producción y logística, que afectan a casi un 30% de
los encuestados, generando presión sobre los márgenes de rentabilidad. Aunque
en menor medida, el acceso al crédito también representa un obstáculo para el
8,6%, dificultando la posibilidad de sostener operaciones o realizar
inversiones. En este contexto, desde algunos comercios expresaron problemas de
cobranza, aunque con un impacto más reducido.
Para hacer frente a este escenario, los
comerciantes implementaron diversas estrategias en los últimos seis meses. La
más frecuente fue la diversificación de productos, adoptada por el 37,7% de los
sondeados, lo que indica una búsqueda activa por captar distintos segmentos de
clientes y mejorar la rotación de mercadería.
Las dificultades económicas también se
reflejan en el pago de salarios, especialmente en sectores como Textil e
indumentaria, donde el 27,8% de los comercios tuvo inconvenientes para cumplir
con esta obligación. Desde otros sectores, como Ferretería y materiales de
construcción (19,6%) y Alimentos y bebidas (17,5%), también manifestaron
problemas, en parte debido a la caída de ventas y el aumento en los costos. En
contraste, rubros como Perfumería y Farmacia muestran menores complicaciones en
este aspecto, con valores por debajo del 7%. Esto sugiere que ciertos segmentos
consiguieron mantener cierta estabilidad, mientras que otros aún enfrentan
desafíos estructurales más marcados.
Ante este panorama, los comerciantes
consideran que la principal medida que el gobierno podría implementar en el
corto plazo para mejorar la situación del sector es la reducción de impuestos,
con un 71,5% de menciones. En comparación, otras políticas como el estímulo a
la demanda interna (8,8%) o la simplificación burocrática (8,3%) aparecen como
opciones secundarias, aunque aún relevantes. También se mencionan incentivos
para la contratación de personal (6%) y modificaciones en el esquema laboral
(3,6%), aunque con menor peso en las respuestas. Esto deja en claro que la
carga fiscal es el factor que más preocupa a los empresarios pymes y que
cualquier alivio en este sentido podría tener un impacto significativo en la
recuperación del sector.
PERCEPCIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURA
El panorama actual de las pymes comerciales
en Argentina refleja un escenario de estabilidad moderada con diferencias
marcadas según el sector. Mientras que un 27% de los negocios reporta mejoras
en su situación económica respecto al año anterior, la mayoría (56%) señala que
su actividad se mantiene sin grandes cambios. En algunos rubros, como Calzado y
marroquinería, Perfumería y Textil e indumentaria, el porcentaje de empresas
que percibe mejoras es superior al promedio, lo que sugiere una leve recuperación
en estos sectores. No obstante, otros ramos, como Ferretería y materiales
eléctricos, muestran un balance más dividido, con un 23% de empresas que
indican haber empeorado su situación.
De cara al futuro, las expectativas del
sector comercial son mayoritariamente optimistas. Un 57% de las comerciantes
espera que su situación económica mejore en el próximo año, destacándose rubros
como Perfumería y Textil e indumentaria, donde más del 60% de los encuestados
confía en una evolución favorable. En cambio, Farmacias y Ferreterías presentan
una perspectiva más conservadora, con un porcentaje menor de negocios que
anticipan una mejoría significativa. A nivel país, el 53% de los empresarios
sondeados también espera un contexto más favorable en el próximo año, aunque
persisten dudas en sectores específicos donde la incertidumbre económica sigue
siendo un factor determinante.
Desde el punto de vista regional, las
percepciones varían considerablemente. Provincias como Chaco, Formosa y Río
Negro exhiben un alto porcentaje de empresas que consideran haber mejorado en
comparación con el año anterior, con cifras que superan ampliamente el promedio
nacional. En contraste, en distritos como La Rioja y Santa Cruz, la proporción
de empresas que reportan una caída en su actividad es más alta, reflejando
desafíos particulares en esas regiones. A pesar de estos contrastes, las
expectativas a futuro son positivas en la mayoría de las provincias, con
centros como Mendoza y Salta liderando las proyecciones optimistas sobre la evolución
económica del país y del sector comercial en general.
En cuanto a la posibilidad de inversión, la
prudencia sigue predominando entre los comerciantes. Solo un 18% considera que
es un buen momento para ampliar su empresa, mientras que el 57% descarta esa
posibilidad en el corto plazo. La cautela es especialmente visible en distritos
como CABA y Buenos Aires, donde la mayoría de los sondeados prefieren esperar
antes de realizar nuevas inversiones. De todos modos, en provincias como Río
Negro y Tucumán, la proporción de quienes consideran viable ampliar su pyme es
considerablemente mayor lo que indica que en ciertos mercados aún hay margen
para el crecimiento.
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