Locales. Mientras Mar del Plata vive una temporada récord, Tandil sufre la falta de turistas y de un balneario público

El próximo fin de semana se cumplirán los primeros seis meses de gestión de Diego Martín al frente del área de Turismo. El funcionario que llegó a la gestión procedente de la Unidad Intendente, creada por Julio Elichiribehety, en este tiempo no logró armar un buen plan de trabajo y un proyecto para potenciar a la ciudad en materia turística.

El ex integrante de "Más Valores", a lo largo de estos casi 180 días, solamente logró ubicar una cámara en la zona del Dique para la señal televisiva nacional de TN, a modo de llamador para que los turistas elijan Tandil. Al mismo tiempo, en declaraciones periodísticas, hizo algunos comentarios que no cayeron para nada bien entre los privados, a quienes los mandó a cortar el pasto para bajar los costos y vender más barato: también les pidió que en lugar de alquilar cuatro cabañas, alquilen ocho a valores más económicos y mantener así los ingresos.

Con este escenario, son muchos los prestadores hoteleros y cabañeros que esperan más y mejores acciones por parte del Director de Turismo, debido a que aguardan no solamente por una mayor promoción sino también porque tome cartas en el asunto en la interminable lucha contra los alojamientos informales.

En un contexto de bolsillos flacos y furor por las playas brasileñas, resulta fácil echarle la culpa a las políticas de Milei por la magra concurrencia de turistas. Tal es el caso del intendente Miguel Lunghi, quien reconoció días atrás que el porcentaje de ocupación de plazas de alojamiento rondaba el 60%, "muy lejos de lo que esperábamos". Paradójicamente, a 170 kilómetros, Guillermo Montenegro, el mandamás en la Ciudad Feliz, desborda de optimismo y declara exultante que el lleno es total en la segunda quincena de enero.

Claro que el éxito marplatense no es fruto de la casualidad. Hace unos años se viene reposicionando fuertemente para atraer al segmento de jóvenes, confeccionando una atractiva agenda artística que combina fiestas electrónicas, muchas multitudinarias con estrellas de renombre como Bizarrap y DJs de fama internacional, así como recitales gratuitos de figuras de la actualidad como Luck Ra y Emanero, en un marco de seguridad para quienes asisten.

Mientras tanto en nuestra ciudad, se intentó hacer algo con el Festival Urbano en la Estación, aunque muy lejos de lo que se ofrecía en "La Feliz" en cuanto a atractivo popular. A la falta de una agenda artística convocante, se le suma una enorme carencia en la ciudad: la falta de un balneario público que permita la diversión en la época de mayores temperaturas. Un panorama complejo cuando aún queda poco más de un mes de verano para tratar de repuntar una temporada que viene siendo bastante pobre con relación a los últimos años.

Un contraste similar se observa entre la buena afluencia de turistas a Pinamar, repleta de familias y adolescentes, y la mala performance de Villa Gesell, elegida por descarte y que sufre un éxodo (los fines de semana) de su público joven, que se traslada a los boliches pinamarenses, demostrando cómo influye la gestión del destino en los resultados.

Cabe recordar que la Dirección de Turismo en Tandil ha tenido tres titulares en los últimos cinco años. Claro que la renovación de las caras que conducen el área no ha sido acompañada con nuevas y mejores ideas para mejorar el posicionamiento de la ciudad, y ni siquiera se ha cubierto el puesto del responsable de Marketing Turístico, que continúa vacante desde la salida del licenciado Sebastián Bedascarrasbure, durante la gestión del ingeniero agrónomo Alejandro Bonadeo.

En particular, la falta difusión y un proyecto marcan a las claras una pobre gestión. En estos primeros seis meses, el "soldado" del actual Jefe de Gabinete, lejos de proponer alternativas de interés, se ocupa de criticar las prácticas comerciales de los cabañeros y hoteleros locales sustentado en su experiencia al mando de un negocio de venta de insumos de computación. A su vez, tampoco cayó demasiado bien la postergación de la habitual reunión del director de Turismo con el IMT ya que, increíblemente y en plena temporada, Martín se encontraba de vacaciones en la Costa Atlántica.

Se está yendo la primera mitad del verano y, mientas Mar del Plata vive una temporada récord, Tandil sufre la falta de turistas y de un balneario público que seguramente atraería la atención de los visitantes, aún aquellos de localidades vecinas. Este tipo de situación dejan expuestas, una vez más, las falencias y el desgaste que sufre una gestión con más de veinte años en el poder.