23 de febrero de 2025
La producción manufacturera de las pymes registró un ascenso del 12,2% interanual en enero. No obstante, a pesar de esta mejora las industrias aún no lograron recuperar los niveles previos a la profunda caída del mismo mes de 2024, cuando la producción marcó un mínimo histórico del -30%. A su vez, en enero la comparación mensual desestacionalizada también mostró un avance del 4,8%, reflejando el repunte de la actividad industrial.
Todos los sectores analizados registraron crecimiento en la comparación interanual, así como en la medición mensual desestacionalizada. A pesar de la mejora, la industria pyme operó al 59% de su capacidad instalada, evidenciando que aún persisten desafíos en la recuperación del sector.
Los resultados surgen del Índice de Producción
Industrial Pyme (IPIP) que elabora CAME, a partir de un relevamiento a 389
industrias pymes a nivel federal.
ANÁLISIS SECTORIAL
En el desglose por sectores, Madera y
muebles lideró el crecimiento interanual con un 25,9%, seguido por Metal, maquinaria
y equipo, y material de transporte que avanzó 16,9%. En la comparación mensual
desestacionalizada, el sector de Papel e Impresiones tuvo el mayor crecimiento,
con un 6,9% respecto a diciembre 2024, mientras que Madera y muebles se ubicó
en segundo lugar con un 6,3%.
En cuanto a la utilización de la capacidad instalada, la industria maderera registró el mayor nivel de actividad, operando al 64,5%, seguida por Papel e impresiones, con un 63,6%.
Alimentos
y bebidas
El sector registró en enero un alza de 4,2%
interanual -a precios constantes-, al igual que en la comparación mensual, que
mostró una recuperación del 3,3%.
Este valor interanual se mide frente a un
enero de 2024 que tuvo una de las mayores caídas de la serie analizada,
alcanzando un mínimo del -22% y cerrando el año pasado con una retracción
acumulada del -12,3%.
Las industrias del sector operaron al 59,4%
de su capacidad, 2,7 puntos porcentuales menos que en diciembre de 2024 y 16,5
menos que en enero de 2024.
Las empresas consultadas mostraron
comportamientos dispares durante el mes de enero. Algunos empresarios
destacaron un aumento en la demanda impulsado por la temporada y por las
promociones comerciales, mientras que otros reportaron caídas en el consumo
debido a la menor circulación por las vacaciones. La estabilidad de la
inflación fue uno de los factores señalados por los empresarios, aunque también
destacaron la suba de los costos fijos y la fuerte presión impositiva.
Además, la estacionalidad tuvo un impacto
significativo, con empresas que vieron reducidas sus ventas tras el pico de
diciembre. La incertidumbre en los precios internacionales de insumos clave
para las industrias también influyeron en la rentabilidad, mientras que la
falta de acceso al crédito y los costos logísticos elevados fueron mencionados
como obstáculos para la producción y el crecimiento del sector.
Textiles
e indumentaria
La producción de las industrias del sector
subió un 9% interanual -a precios constantes- y un 4% respecto a diciembre de
2024. Esta suba muestra un rubro que continúa recuperándose de la fuerte caída
que tuvo en enero de 2024, cuando alcanzó el mínimo de -18,2%, cerrando el año
con una contracción del -4,1%.
Las industrias del sector operaron al 56,7%
de su capacidad, 2,9 puntos menos que en diciembre de 2024 y 11,5 menos que en
enero de 2024. Esto denota que, pese a la recuperación, aún falta retomar capacidad
de producción.
El sector atravesó un período de
contrastes, donde la estacionalidad, las condiciones económicas y el
comportamiento del consumidor jugaron un papel determinante en las ventas.
Mientras que algunas empresas lograron capitalizar la temporada alta con
liquidaciones, promociones y estrategias de venta online, otras tuvieron que
enfrentar un mercado más retraído, con clientes menos dispuestos a gastar y una
menor disponibilidad de financiamiento en cuotas.
Por otra parte, la innovación en textiles y
la renovación de colecciones fueron factores clave en la atracción de
consumidores, especialmente en segmentos vinculados a la indumentaria estacional
y uniformes escolares.
Maderas
y muebles
En enero, el sector creció un 25,9% anual
-a precios constantes- y un 6,3% en la comparación interanual
desestacionalizada. Esta fuerte recuperación resulta de la comparación contra
enero de 2024, cuando las empresas pymes del sector habían caído un -30,6%, y
cerraron el año con una caída acumulada del -5,5%.
Durante el mes, las empresas trabajaron al
64,5% de su capacidad, 2,1 puntos menos que en diciembre de 2024 y 5,9 que en
enero de 2024. Las pymes de este sector mostraron un desempeño heterogéneo
durante el mes de enero, con empresas que lograron sostener e incluso mejorar
las ventas, mientras que otras aún enfrentan los desafíos de la estacionalidad
y el consumo moderado. Varios industriales destacaron que, pese a que enero es
un mes flojo por los parates en la construcción, resultó mejor de lo esperado gracias
a refacciones y obras que continuaron en marcha.
La estabilidad de precios y la
disponibilidad de stock permitieron captar nuevos clientes y consolidar
estrategias comerciales basadas en promociones y facilidades de pago.
Con la expectativa de que la demanda se
reactive gradualmente con la normalización de la actividad constructiva y el
consumo, el sector enfrenta el desafío de sostener su recuperación sin
trasladar de manera abrupta los incrementos de costos al precio final.
Metal,
maquinaria y equipo, y material de transporte
El sector tuvo una recuperación interanual
que llegó al 16,9% -a precios constantes- y en la comparación mensual
desestacionalizada también mostró una variación positiva del 4,9%. En términos
interanuales, la comparación se realiza contra enero de 2024, cuando el sector
cayó -34,8%, y cerró un año con un valor acumulado del -9,4%.
Las industrias del sector trabajaron al
55,9% de su capacidad, 4,9 puntos menos que en diciembre de 2024 y 11,1 menos
que en enero de 2024.
Durante el mes de enero, mientras que
algunas empresas reportaron un repunte de la demanda impulsado por la
concreción de proyectos pendientes y un mayor requerimiento de insumos
industriales, otras continuaron afectadas por la baja actividad en sectores clave
como la construcción y la producción manufacturera.
Por otra parte, la presión impositiva y el
aumento de costos operativos también impactaron en la rentabilidad,
especialmente en un contexto donde la demanda interna no termina de
recuperarse. Paralelamente, algunos empresarios destacaron la importancia de
estrategias comerciales basadas en nuevas líneas de producción y en la
expansión hacia mercados externos, principalmente Brasil.
Químicos
y plásticos
En diciembre, el sector tuvo un aumento del
15% interanual -a precios constantes- y mensualmente también creció el 5,8%.
Este repunte refleja una recuperación tras el derrumbe de enero de 2024, cuando
la actividad cayó un -35,6%, cerrando el año con una retracción acumulada del
-12,2%.
Las industrias del sector trabajaron al
61,6% de su capacidad instalada, 1,3 puntos menos que en diciembre de 2024 y 9,4
menos que en enero de 2024.
Si bien persisten los efectos de la
estacionalidad y la moderación del consumo, algunas empresas lograron sostener
sus ventas gracias a la estabilidad de precios en materias primas y la apertura
de nuevos mercados. Particularmente, sectores como la industria petrolera
mostraron fuertes signos de mayor demanda, generando oportunidades para las
pymes proveedoras de insumos.
Otro de los aspectos destacados por los
empresarios fue la evolución de la estructura de costos, que, gracias a un
mejor abastecimiento de insumos, permitió mejorar los márgenes de rentabilidad
y brindar mayor previsibilidad a la producción.
Papel
e impresiones
La actividad mostró una suba del 2,6%
interanual -a precios constantes- y del 6,9% en la comparación mensual. Este
aumento se compara contra un enero de 2024 que tuvo un descenso del -41,7% y
cerró un año con un acumulado del -11,1%.
En cuanto a la capacidad instalada, el
sector trabajó al 63,6%, 0,6 puntos menos que en diciembre de 2024 y 10,9 menos
que en enero de 2024.
Este sector atravesó el mes de enero con un
panorama complejo, reflejado en la mayor caída de la producción en los sectores
medidos. La estacionalidad impactó fuertemente en la actividad, con muchas
empresas afectadas por la baja demanda y el cierre temporal de clientes por
vacaciones.
De cara a los próximos meses, la vuelta a
las clases y la normalización de la actividad empresarial podrían mejorar la
dinámica del sector, que apuesta a la recuperación gradual del consumo y a la
consolidación de estrategias comerciales más innovadoras.
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA EL SECTOR
El panorama de la industria pyme sigue con
un escenario complejo, marcado por dificultades estructurales que impactan en
la producción y en la estabilidad financiera de las empresas. Uno de los
principales desafíos que enfrentan es el cumplimiento de obligaciones
laborales, especialmente el pago de salarios.
Según los datos relevados, el 29,3% de las
firmas del sector Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte ha
reportado dificultades para afrontar este compromiso, una situación que refleja
la presión que ejerce el encarecimiento de insumos importados y la competencia
con productos del exterior.
La falta de ventas aparece como la mayor
preocupación para el 39,9% de los empresarios, un factor que explica que muchos
sectores aún no hayan podido terminar de despegar de las caídas de 2024, muchas
empresas reportaron que, incluso con las ganancias de diciembre, no lograron
cubrir los costos del mes siguiente.
Le siguen los costos elevados de
producción, que afectan al 37,3% de las industrias y que han sido mencionados
especialmente en Madera y muebles, en Metal, maquinaria y equipo, y material de
transporte, y en Textil e indumentaria, donde el aumento de insumos y la carga
impositiva restringieron la competitividad.
Frente a este contexto, muchas empresas han
optado por medidas internas para amortiguar el impacto de la coyuntura. La
estrategia más utilizada ha sido la diversificación de productos, aplicada por
el 30,8% de las pymes, lo que permitió a las firmas explorar nuevos mercados y
compensar la baja demanda en segmentos tradicionales. La reducción de gastos
operativos también ha sido clave para el 22% de las industrias, con ajustes en
costos logísticos y mejoras en eficiencia interna. Sin embargo, en ciertos
casos, la única alternativa ha sido aumentar gastos operativos o extender las
horas laborales para mantener la producción activa, lo que expone la tensión
que viven muchas empresas para no perder mercado.
Pese a la situación desafiante, los
empresarios aún ven margen para la recuperación si se implementan políticas
adecuadas. Al ser consultados sobre qué medidas serían más efectivas en el
corto plazo, el 67% señaló que la reducción de impuestos sería clave para
aliviar la presión sobre la rentabilidad y mejorar la competitividad.
El estímulo a la demanda interna, elegido
por el 10,4% de los empresarios, también aparece como una prioridad,
especialmente en sectores donde el consumo final es un motor clave de la
actividad, como Alimentos y bebidas y Textil e indumentaria.
PERCEPCIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURA
Las pequeñas y medianas empresas atraviesan
un período de incertidumbre, con percepciones dispares sobre su evolución
económica reciente y las expectativas para el año. Consultados sobre la
situación económica actual, el 32% de los empresarios indica que su situación
mejoró en comparación con un año atrás, el 45% señala que se mantuvo sin
cambios, y el 23% reporta un deterioro.
Industrias de los sectores de alimentos y
maderero han mostrado signos de recuperación, con un porcentaje considerable de
empresas que perciben mejoras en sus niveles de actividad. En contraste, rubros
como Papel e impresiones y Textil e indumentaria enfrentaron mayores
dificultades y una caída en la demanda, lo que ha impactado en su estabilidad
financiera.
Por otra parte, las expectativas para el
futuro son significativamente más optimistas. Un 58% de los empresarios espera
que su empresa mejore en el año, mientras que un 36% cree que se mantendrá
igual y sólo un 6% anticipa un empeoramiento.
En cuanto a la economía nacional, un 53% de
los empresarios cree que el país mejorará, mientras que un 38% opina que se
mantendrá estable y un 9% anticipa un deterioro. Este panorama mixto se traduce
en una postura prudente frente a la inversión, ya que el 24% de los empresarios
considera que es un buen momento para expandir su empresa.
A pesar de las dificultades, el sector pyme
mantiene una visión estratégica y busca adaptarse a un contexto desafiante.
Factores como la estabilidad de costos, la reactivación del consumo y el acceso
al crédito serán determinantes para que este optimismo se materialice en
crecimiento real. La capacidad de adaptación sigue siendo clave, y el empresariado
pyme se mantiene alerta para aprovechar oportunidades en un entorno económico
en transformación.
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