25 de enero de 2025
Las buenas prácticas ambientales parten de las responsabilidades individuales ya sea dentro de una empresa, pyme o cualquier otro tipo de organización y es inicio de una sociedad más comprometida con el ambiente que nos rodea. Hoy La Lupa Random, te cuenta cómo se trabajó en una de las jornadas de Tandil + Activa que tiene el enfoque de visibilizar cómo cambiando pequeños hábitos, podemos cambiar todo.
Por Lorena Medina (IG @negraloremedina)
Nadie duda de que Tandil es uno de los
destinos turísticos con más demanda de la provincia de Buenos Aires. Quienes
nos visitan destacan entre otras cualidades, la limpieza. Pero no sólo se trata
de un tema de cómo nos ven sino de visibilizar el trabajo conjunto de
organizaciones y municipios, y de comprometernos en nuestras acciones
individuales a mantener nuestro entorno saludable.
Cuando hablamos del ambiente en el que
vivimos, de su cuidado y limpieza; por supuesto se apunta, en primera instancia
a cómo desde el estado se ocupan de este asunto. Pero, en general, nos cuesta
hacer un análisis de las responsabilidades individuales a la hora de generar y
gestionar la forma en la que nos vinculamos con el ambiente, como por ejemplo
con los residuos.
Desde Mesa de Impacto Tandil se trabaja (entre
otras cosas) fuertemente en la concientización ambiental, junto con la
Dirección de Ambiente del municipio y varias organizaciones que tienen como
norte, la difusión de la información que nos lleve a ser cada uno más
responsable de los residuos que generamos y cómo los gestionamos.
Una de las acciones que se llevan a cabo es
Tandil + Activa donde la Mesa de Impacto, junto al municipio y algunas empresas
y emprendimientos sustentables, invitaron a la gente a participar de una
jornada de concientización y recolección de residuos en una zona del Dique.
Después de una breve charla, en la que además
de información, nos proveyeron de bolsas y guantes para llevar a cabo la
recolección, nos distribuimos en la zona del dique (frente al Bar El Mirador).
En ese momento, haciendo un paneo general parecía todo muy limpio, pero cuando
empecé a caminar y mirar en detalle, no tardé en encontrar, vidrios, nylon,
envoltorios de snacks, precintos, pequeños pedacitos de plásticos y por
supuesto, lo que todos hallamos en mayor cantidad fueron colillas de
cigarrillos. Para recolectarlas, nos dieron botellas vacías de gaseosas por lo
cual fue evidente la cantidad que juntamos.
Y me detengo específicamente en éste residuo
para poder dimensionar algunos de los daños provoca. Según el sitio
argentina.gob.ar "las colillas de cigarrillos (que concentran muchas de las
7.000 sustancias tóxicas presentes en ellos) son generalmente tiradas al piso.
Cuando llueve, son arrastradas a las alcantarillas y de ahí pasan a contaminar
fuentes de agua como ríos, lagos y mares, lo que por supuesto, altera el ciclo
ecológico natural. Son la mayor causa de basura en el mundo y pueden tardar
hasta 25 años en degradarse."
Como si ese efecto fuera poco, además, en
estas épocas de intenso calor y sequía, una colilla que no ha sido apagada y
desechada de manera segura puede desatar un incendio como el que sucedió hace
pocos días en el Cerro La Cruz. Una noticia que hasta se difundió en los medios
nacionales.
En ese episodio se quemaron unas 20 hectáreas
y aunque estuvo cerca, no llegó a afectar los inmuebles de la zona. Lo que sí
pasó, es que la biodiversidad del ecosistema serrano se vio y se seguirá viendo
afectada, porque el hábitat de las especies autóctonas se modificó y tardará
años en reponerse (algunos árboles se quemaron por completo). También hay que
tener en cuenta el humo que modifica, entre otras cosas, el aire que
respiramos.
La imagen comparativa entre una pequeña
colilla de cigarrillo y el enorme daño que causa debería ser suficiente para
que tomáramos conciencia a la hora de descartarla de manera responsable y no
llenar nuestras calles y paseos de este residuo tan tóxico, ni exponer a
nuestras sierras a incendios. Y mientras cierro esta nota, una amiga comparte
en redes imágenes del comienzo de un incendio en una zona de Villa del
Parque...en fin.
Tomar conciencia sobre el daño que se puede
generar, nos permite pensar en la manera que nos vinculamos con el ambiente, y
darnos cuenta de que la modificación de un mal hábito como arrojar la colilla
de cigarrillo en la calle o en la sierra puede desatar un gran problema, por
eso la invitación es a mirar con responsabilidad qué hacemos cuando estamos en
un entorno natural, como puede ser una plaza, el mar, el club, etc. ¿Nos
comportamos de igual manera que dentro de nuestros hogares? ¿Apagamos las
colillas de cigarrillos en el jardín y allí las dejamos?
Por eso decimos que cada Acción Cuenta, Tu
residuo es tu responsabilidad. La separación en Origen es una buena práctica,
por eso desde la Dirección de Ambiente del Municipio, se invita a los
ciudadanos a comenzar con la separación de materiales reciclables y su
posterior traslado a cualquiera de los Puntos Limpios de Tandil u otra
organización que lo reciba. Allí se acopian, botellas plásticas, papel, cartón,
envases de tetrabrik, hierro, chatarra, aceite vegetal y electrodomésticos en
desuso (RAEE). vidrios, sachets de leche (lavados), que tienen que ser
entregados, limpios y secos porque esos materiales son incorporados en otro
circuito para ser valorizados, ya sea por su venta directa o por algún proceso
de transformación que permita ser parte de otro proceso productivo, lo que
comúnmente se llama Economía Circular.
Por eso es importante, ser consciente de cuál
es el impacto que generamos en una caminata por las sierras, en las playas o
cualquier otro sitio de disfrute. Nada de lo que llevamos pertenece allí, por
lo tanto, es conveniente llevarse una bolsita para poner ahí los residuos que
generamos y de esta manera poder seguir disfrutando de un ambiente sano.
Tu residuo, tu responsabilidad.
Más información
@ambientetandil
@mesadeimpactotandil
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