11 de febrero de 2025
En Argentina hay cosas, situaciones o incluso frases, que suelen ponerse de moda según las circunstancias. Desde que el actual Presidente de la Nación, a pocas horas de asumir pronunció la recordada expresión "no hay plata", hasta se hicieron canciones con esas tres palabras. A muchas familias les vino bien para explicarles a los hijos que había llegado el momento de "ajustar el cinturón".
Más adelante llegarían los tiempos del achique, que no es precisamente la expresión que se utiliza en el fútbol. "Achicar el Estado", parece ser la onda de estos tiempos, y así es como quedaron sin trabajo miles de trabajadores que no estaban en planta, sino que tenían contratos.
No sé si en la sede Tandil del SENASA (Servicio Nacional de
Salud Animal) habrá llegado un achique de esta índole. No es mi misión investigarlo.
Pero da toda la sensación de que es así. Este martes, por la mañana, me
comuniqué con la oficina local. Me atendió una empleada, muy amablemente, vale
señalarlo.
Pregunté por los trámites a realizar para llevar una gatita debidamente vacunada, en el barco, hacia la ciudad de Montevideo. O sea, obtener el certificado de buena salud expedido por un médico veterinario. Que se realiza en un par de horas. Pero luego, esas certificaciones deben contar con el aval y la firma del profesional lugareño de SENASA. Y justo por estos días, esta persona disfruta de sus merecidas vacaciones anuales.
-Pero... ¿cómo? ¿No hay quién lo reemplace?, indagué, como lo
haría cualquiera.
-No, no tenemos firma. Se puede hacer el trámite on line,
pero son varios días de demora. Va a llegar por correo electrónico a mediados
de la semana que viene.
Conclusión, no podré llevarla. Yo viajo el sábado, y por cuestiones laborales voy a estar un mes en el Uruguay. Tengo personas que me van a cuidar muy bien a Idea, que es el nombre anarquista que tiene mi gatita. Pero no es el caso. Estamos hablando de SENASA de Tandil, no de un pequeño pueblo perdido entre montañas. ¿Y qué pasaría si un productor ganadero, por ejemplo, tiene que vender unas vaquitas y no hay nadie allí para certificar que están libres de aftosa...?
Esta situación excede el dilema "Estado presente" o no. Se
trata de un servicio que presta una institución del Estado Nacional creada por
ley del año 1996, pero cuyas funciones se cumplen, con otras denominaciones,
desde principios del siglo XIX.
En una ciudad como Tandil, con una Facultad de Ciencias
Veterinarias que es la más prestigiosa del país, la filial local de SENASA no
encontró reemplazante para el profesional que por estos días se encuentra con
legítima licencia anual.
Cosas veredes, Sancho. Cosas que no debieran ocurrir. Pero
el achique es más fuerte.
NÉSTOR DIPAOLA
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La víctima declaró que tenía 14 años para la época en que fue sometida sexualmente de manera extremadamente violenta por el acusado.