Una Liga sin autocrítica, con un comunicado vergonzoso y que no mide todo con la misma vara

Por Bernardo Paredes

El martes por la tarde, tras varios días luego del incidente ocurrido en María Ignacia Vela, la Liga Tandilense emitió un comunicado en donde le pedían disculpas a la terna arbitral pero en la que en ningún momento hablaban de un castigo para Ramiro Di Fonzo. De inmediato, por distintos medios, comenzaron a llover las críticas para la LTF y sobre todo para su presidente, Miguel Cenoz. Lógicamente, después de lo acontecido, se esperaba una sanción como corresponde para una persona que debe dar el ejemplo, teniendo en cuenta su alto cargo en la casa madre del fútbol de nuestra ciudad.

La situación dejó con mucho malestar a los árbitros que esperaban, de mínima, alguna sanción para el directivo velense. De hecho, en las últimas horas tras varias charlas y reuniones, los encargados de impartir justicia en la URD estudiaron la posibilidad de parar la actividad, aunque finalmente esta opción quedó sin efecto.

En esta historia hay varios cómplices de la actual gestión encabezada por Cenoz, el principal responsable. El propio presidente, ante una incómoda situación dirigencial, trató de desviar el foco y expresó que contaba con el apoyo de los clubes para no sancionar a su mano derecha. Sin embargo, por lo que este medio pudo averiguar, muchos dirigentes de diferentes instituciones esperaban una sanción para Di Fonzo. También sorprende que, recién el martes, Noelía Godoy, una de las únicas mujeres en el ámbito dirigencial de la Liga, pudo charlar con Camila Romero Barsottini, la jueza insultada y amenazada por el vicepresidente de la entidad.

En tiempos donde los hechos de violencia son determinantes para continuar en la función que desempeñan los dirigentes, llama la atención que, ante una situación de género, hubo muy pocas voces que se alzaron para acompañar a la jueza del partido entre Velense y Atlético Ayacucho. No alcanza con un simple, aunque bastante tardío, pedido de disculpas por parte de Di Fonzo.

La Liga Tandilense tenía la posibilidad de sancionar a su vicepresidente, pero pesó más el cargo y las tareas que a diario realiza, que el lamentable accionar que tuvo para con la terna arbitral. Tampoco nació de su parte renunciar al puesto que ocupa en la LTF. Ahora, Cenoz, Di Fonzo y quienes los rodean, ¿con qué criterio van a sancionar o imponer normas, cuando son los primeros que no están dando el ejemplo?

Queda bien claro que Miguel Cenoz, y la mesa chica que lo acompaña, no tuvo el valor necesario para exigirle la renuncia a Ramiro Di Fonzo. El dirigente debe ser responsable de sus actos y dar el ejemplo. El precedente es muy grave de cara a lo que viene debido a que ahora, luego de la no sanción, cómo harán para sancionar a jugadores, delegados, dirigentes o quien sea cuando, ojalá que no, se repita una acción como la vivida el pasado 8 de septiembre. Desgraciadamente, hay una Liga sin autocrítica, con un comunicado vergonzoso y que no mide todo con la misma vara.