Tras la custodia policial en las cavas . "A Tandil le hace falta un balneario público", los carteles que describen un debate latente

La prohibición policial de acceso a las ex canteras de Cerro Leones desató un viejo debate sobre la falta de espejos de agua de acceso libre y gratuito en la ciudad de Tandil.

En las últimas horas, en esquinas con habitual pegatina de espectáculos, aparecieron carteles con la leyenda "el agua no puede ser un privilegio, en Tandil lugar soñado hace falta un balneario público", con la tipografía que usa el municipio en sus mensajes publicitarios.

Cuando las temperaturas empiezan a subir, emerge también la ironía popular: "aguantate el calor", dice otro de los letreros con una imagen editada donde el intendente Miguel Lunghi se está manguereando en un balde.

La concesión de los piletones, con la obligación de pagar una entrada diaria de 3.000 pesos, deja afuera a grandes sectores de la población local a la hora de disfrutar de un lugar gratuito.

Las cavas, ya restringidas al ingreso desde el sábado pasado en el marco del Operativo Sol, fueron durante estos últimos años el atractivo predilecto de miles de bañistas, aunque se trata de una propiedad privada con varias ordenes judiciales de alerta, con peligrosidad para la vida de los visitantes.

Acaso el balneario de Vela, dentro del partido de Tandil, constituye un lugar municipal que encuadra dentro de la oferta pública y gratuita. Pero está a 50 km y no todos pueden ir.

Sin embargo, en Rauch y Azul, por citar algunos ejemplos a pocos kilómetros de Tandil, cuentan con sus balnearios municipales gratuitos. También a muy bajo precio, está disponible el Complejo Polideportivo "Loma Negra" en Villa Cacique (Barker), a sólo 50 km de distancia.