3 de febrero de 2025
Con una deuda superior a los 200 millones de dólares y sin acuerdo con sus acreedores, el Grupo Los Grobo solicitó la apertura de un concurso preventivo para sus dos principales empresas: Los Grobo Agropecuaria y Agrofina
El pedido formal ante la justicia comercial llega luego de semanas de tensión financiera, donde el incumplimiento de pagos generó una ola de cheques rechazados que supera los 3.700 millones de pesos.
Mientras tanto, productores agropecuarios, proveedores y
bancos se encuentran entre los más perjudicados por la crisis de la compañía.
En Tandil: silencio
que aturde
Cabe destacar que Los Grobo tiene una planta en Tandil donde
se registraron en el 2024 dos incendios en silos con girasol. Además de acuerdo
a las fuentes consultadas el maíz en los silobolsa de dicha planta estaría en
malas condiciones. Hay que aclarar que en su momento tomaban estos dos
productos con 2 o 3 puntos de humedad libres, negocio que a muchos productores
entusiasmó y que finalmente terminó mal.
Llama la atención que los productores tandilenses no hayan
tomado algún tipo de acción para recuperar su producto sabiendo que la empresa
estaba seriamente complicada, durante todo el mes de enero - feria judicial-
sacaba de dicha planta día y noche camiones con granos.
Una actitud distinta fue la que tomaron los productores de
San Miguel del Monte que al ver los primeros días de enero que Los Grobo no
paraban de sacar granos de dicha planta decidieron un bloqueo junto a los
transportistas, con los que la empresa también tenía deudas, pudieron luego de
una ardua negociación, gran parte de ellos, sacar sus granos.
El impacto del default no es menor. Decenas de productores
que entregaron granos sin precio fijado ahora ven comprometidos sus pagos,
mientras que bancos como Galicia, Santander, HSBC, Macro, Supervielle e
Hipotecario acumulan deudas impagas por casi 30 millones de dólares.
La incertidumbre también afecta a los más de 500 empleados
que dependen de la compañía, así como a las 34 sucursales, 27 depósitos de
insumos y 16 plantas de acopio que hoy operan con un futuro incierto.
Detrás de la empresa, el fondo de inversión Victoria Capital
Partners controla el 90% del capital accionario, mientras que Gustavo y Matilde
Grobocopatel mantienen el 10% restante.
Durante meses, se esperaba una inyección de capital que
nunca llegó, lo que precipitó la actual crisis financiera. Desde la compañía
aseguraron que seguirán operando mientras buscan una solución integral que
permita reestructurar la deuda y garantizar la continuidad del negocio.
"Nuestra prioridad es mantener nuestro compromiso con
productores, proveedores, colaboradores y clientes", señalaron en un
comunicado. Sin embargo, la incertidumbre persiste y la agroindustria argentina
observa con atención cómo se resuelve uno de los mayores conflictos financieros
del sector en los últimos años.
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