A partir de la adversidad, Santamarina se transformó en un equipo que volvió a ilusionar

Bronca e impotencia sintieron los jugadores al finalizar el partido del domingo, ante una muy buena convocatoria que se vio en el estadio San Martín. Los futbolistas sabían que habían estado muy cerca de meterse en la final de la Reválida pero por esas cuestiones que tiene el fútbol, Villa Mitre llegó al empate sobre el cierre y se llevó la clasificación.

Pero para poder llegar hasta esta instancia, consolidándose entre los mejores cuatro equipos del campeonato, el aurinegro fue aprendiendo, creciendo y madurando ante la adversidad. El inicio de la competencia no fue el mejor, con la salida de Gastón Pernía luego de la sexta fecha y con un equipo que recién pudo ganar en el octavo capítulo.

La llegada de Duilio Botella, junto a su equipo de trabajo, potenció deportistas, le dio un estilo de juego y comenzó a verse la identidad de un conjunto que fue de menor a mayor. Superó distintos obstáculos y adversidades, sobre todo arbitrales, para meterse de a poco en la pelea. Todo ese trabajo que se vio al poco tiempo del arribo del nuevo cuerpo técnico sirvió para una comunión con hinchas y simpatizantes.

Muchos jugadores creyeron en sus condiciones, elevaron su nivel, sumaron positivas actuaciones y de esa forma el equipo comenzó una recuperación que se ratificó con triunfos y buenas actuaciones jugando de local pero también mostrando buenos desempeños cuando le tocó hacerlo en condición de visitante.

En la zona campeonato, como en la fase regular, Santamarina fue de menos a más y con el triunfo ante Olimpo en Bahía Blanca logró meterse en la semifinal del Federal. En esa instancia, fue superado por Central Norte de Salta (empate en Tandil y caída en el norte argentino) quien luego obtuvo el ascenso. No hubo mucho tiempo para lamentos ya que semanas después comenzó la Reválida.

El aurinegro fue superior a Juventud Unida de San Luis y Sol de América de Formosa para instalarse en la semifinal, donde ayer fue eliminado por Villa Mitre. Sin embargo, una de las claves fue el alineamiento que hubo entre todas las partes. Cuerpo técnico, jugadores y dirigentes entendieron que había que ir por el mismo camino para que los tandilenses sean, nuevamente, protagonistas de este reñido y extenuante Torneo Federal.

Garra, actitud, trabajo, compromiso y resiliencia fueron aspectos que describen a este grupo humano que lo dejo todo en cada partido y que ayer su público le reconoció todo el esfuerzo realizado a lo largo del año. A partir de la adversidad, Santamarina se transformó en un equipo que volvió a ilusionar y seguramente lo vuelva a intentar la próxima temporada.