Tras 14 años, el Ejecutivo resolvió sacar de la rotonda una histórica florería

El emprendimiento "Los Aromos", nacido hace 14 años como un pequeño emprendimiento familiar y luego convertido en una exitosa florería, sita a pocos metros de un reconocido cementerio privado, corre riesgo de cerrar luego de que el Ejecutivo municipal decidiera correrla del lugar so pretexto del riesgo vial que representa en la rotonda de Ruta Nacional 226 y Reforma Universitaria. 

La familia Ruppel, propietaria de la pyme, solicitó como todos los años la prórroga de la cesión de espacio público pero esta vez la Secretaría de Obras Públicas le denegó el permiso en ese lugar luego de construida la rotonda, escenario de varios accidentes. 

Intervinó el Concejo Deliberante que decidió archivar el proyecto esta mañana, por mayoría. 

Sin embargo, el concejal Juan Manuel Carri (Frente de Todos) solicitó la palabra en el debate para denunciar que "se está perjudicando económicamente a una empresa familiar cuando se le renovó el permiso 14 años consecutivos". 

"La alternativa que se ofrece es totalmente insuficiente, el Ejecutivo tiene las herramientas para que con voluntad se de una alternativa mejor", opinó el dirigente bancario en rol de legislador. 

Denunció que "le ofrecen un lugar alternativo no viable para el desarrollo comercial", dijo sobre un espacio sobre avenida Buzón. 

Sin embargo, Mario Civalleri ("Juntos") recordó que el tema se abordó en la Comisión de Obras Públicas donde se escucho a la familia Ruppel, la que propuso el predio de avenida Buzón y luego "cambió de opinión".

"Había observaciones del concesionario vial sobre la inconveniencia del lugar donde estaba. Si uno tendría que lamentar un accidente con alguna persona lastimada me pregunto cómo se hace para desandar el expediente. No encontramos ninguna otra alternativa y votamos la designación de otro espacio público. No es un tema de sensibilidad, no es un capricho, nos tomamos mucho tiempo para resolverlo", dijo el ingenio radical. 

Según Civalleri, "debe haber un cambio en la postura de la familia Ruppel, pretendiendo el desarchivo de dos decisiones ya tomadas". 

Finalmente, la edil Rosana Florit (UCR-Nicolini) apoyó la postura oficialista al sostener que "para poder trabajar hay que estar vivo", en alusión a las consecuencias de un posible accidente en el lugar.