14/12/2017
La Cámara de la Industria Cervecera Argentina (CICA) mostró su disconformidad por la decisión de volver a crear un gravamen de 17 % al consumo de cerveza, tal como se decidió el martes en un plenario de comisión de la Cámara de Diputados en el marco de la discusión de la reforma tributaria.
En caso de llevarse adelante la medida impulsada por el legislador Diego Bossio, comenzarán una serie de debacles para la industria, como “un aumento de 9 por ciento en los precios, una caída de 7 por ciento en el volumen producido, y pondría en riesgo 9.000 puestos de empleo, junto con la revisión de los planes de inversiones”, según manifestó Alejandro Berlingeri, director ejecutivo de CICA.
Así, con la suba, el precio promedio por un litro de cerveza el consumidor pasará a pagarlo a 52 pesos contra los 47 actuales en los supermercados de la Ciudad de Buenos Aires.
"Los cambios en el proyecto, que inicialmente gravaba por igual al vino y la cerveza, después excluyó al vino; más tarde desde el Gobierno se entendió que eran bebidas sustitutas y hoy volvieron con la cerveza”, resaltó el directivo.
Desde el organismo se sostiene que se generaría fuerte incentivo a favor del vino y en contra de la cerveza, con lo cual es una “discriminación”.“Esta medida es un desconcierto, una sorpresa. Nos están discriminando”, apuntó.
Además de los riesgos que acarrearía la determinación, Berlingeri expresó que las empresas productoras no podrán hacer una previsibilidad acorde y que con la medida no se “están teniendo en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial del Comercio con relación a los impuestos según la graduación alcohólica de las bebidas.
"La OMS recomienda gravar a las bebidas alcohólicas según su graduación alcohólica, algo que el proyecto de Reforma Tributaria no cumple, siendo que la cerveza tiene 3 veces menos de graduación alcohólica que el vino y el champagne, que no pagan”, aseguran desde Cerveceros Argentinos.
Según la cámara, la aprobación del proyecto constituiría una “discriminación respecto a otras bebidas con alcohol”, ya que “el vino y la cerveza son bienes de consumo sustitutos y que aumentar el impuesto a la cerveza al 17% pero que el vino no tribute, generaría un fuerte incentivo a favor del vino y en contra de la cerveza”.
El directivo también apuntó contra Bossio, el funcionario que impulsa parte de la reforma. “Pareciera desconocer que 80% de los 5 millones de cebada se produce en la provincia de Buenos Aires, donde están ubicadas cinco grandes malterías, cuatro de las nueve grandes cerveceras y más de 500 microcervecerías”, señaló.
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