13/12/2017

Policiales

Condena de cinco años y nueve meses de prisión por asalto y tenencia ilegal de armas



En juicio abreviado, el Juez del Tribunal en lo Criminal Nº1 de Tandil, doctor Pablo Galli condenó a cinco años y nueve meses de prisión al reincidente por quinta vez Néstor Ricardo Betancur por los delitos de “Robo agravado por el uso de arma y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil”, hechos cometidos entre el 15 y el 20 de octubre de 2016 en perjuicio de Paola Jorgelina Andrés, el primero de ellos.
A su vez fue absuelto del delito de Hurto, que se le imputara como cometido en la ciudad de Tandil el día 20 de octubre de 2016 en perjuicio de Claudio Gustavo Colotti y en virtud de no haberse probado los extremos de la acusación del Ministerio Público Fiscal.
Se encuentra acreditado que el 15 de octubre de 2016, cerca de las 18.20s, Néstor Ricardo Betancur ingresó al comercio dedicado al rubro pañalera, sito en calle Darragueira N° 2154 de Tandil, donde simuló ser cliente del lugar e hizo diversos pedidos a Paola Jorgelina Andrés –propietaria del comercio y quien se encontraba atendiéndolo- hasta que el resto de los clientes allí presentes se retiraran del local.
Cuando se encontró a solas con la damnificada, el imputado se dirigió hacia ella, sacó de entre sus prendas un cuchillo tipo “Tramontina” de color verde, el cual le esgrimió a fin de intimidarla, diciéndole "en realidad esto es un asalto". En ese momento, tomó a Paola Jorgelina Andrés de sus ropas, la hizo agachar atrás del mostrador y le exigió la entrega del dinero de la recaudación del comercio y de su teléfono celular. De esta forma, venció todo tipo de resistencia que la nombrada pudiera oponerle y fue así que ésta le entregó a Néstor Ricardo Betancur la suma aproximada de $1500 en efectivo de recaudación y el mismo le sustrajo también su teléfono celular marca LG, de color blanco, de la empresa Movistar. Previo a retirarse del local, el mencionado obligó a la víctima contra su voluntad a ingresar y permanecer en el baño del lugar hasta que se fuera, para lo cual le profirió amenazas al decirle "quedate ahí hasta que me vaya… si gritas, te pego un tiro" (sic). Así, el imputado se apoderó ilegítimamente de los citados elementos ajenos, y munido de ellos se dio a la fuga.

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