16/10/2017

Policiales

Elevarán a juicio el caso de la joven que escondió a su bebé fallecido en una mochila

Se trata del caso de Érica Soria, la enfermera santiagueña de 22 años que enfrentará un juicio, a más de tres años de que se hallara el cuerpo de su hijo recién nacido en el ropero de la casa de Tandil en la que residía, en calle Moreno al 1300, donde residía con su abuela.
El cadáver del bebé estaba adentro de una mochila y permaneció casi dos meses escondido en un placard. Soria está acusada de homicidio culposo y la fiscalía determinó que “por negligencia e imprudencia, dio lugar a la muerte de su hijo de entre dos y cuatro días de vida”. La acusada —quien está en libertad y tras aquel hecho regresó a Santiago del Estero a vivir con sus padres— “violó los deberes a cargo que se le imponían y que consistían en tomar los recaudos para evitar cualquier complicación, garantizando la salud de su hijo, lo que llevó al fallecimiento del bebé presuntamente por asfixia, producida con las prendas que vestía”.
El bebé nació en marzo de 2014 y si bien la joven no había ocultado el embarazo, sí manifestó a sus familiares que lo había perdió, supuestamente tras recibir un golpe jugando al hockey.
El 26 de mayo de aquel año, asistentes sociales se comunicaron con la abuela de la joven, dado que según los registros, el bebé (que efectivamente había nacido con parto natural y en perfecto estado de salud), debía ser vacunado.
Frente a esto, los familiares presionaron a Soria, hasta que ésta se quebró y confesó que había escondido el cadáver del bebé dentro de una mochila y ésta, dentro del ropero.
El caso conmovió a Tandil, por los detalles escabrosos del hecho. Tras conocerse lo ocurrido, la joven, que en ese momento tenía 22 años, fue internada en Salud Mental.
Soria era oriunda de Santiago del Estero, lugar al que poco después regresó para vivir con sus padres; y en Tandil se desempeñaba como enfermera del Programa Neotan y estaba a cargo del cuidado de un menor con capacidades especiales.
La joven, establecieron días después los investigadores, no ocultó su embarazo sino que en determinado momento, mintió a sus allegados que perdió el bebé por un golpe jugando al hockey. Sin embargo, la criatura nació el 31 de marzo de 2014 y los padres del chiquito que ella cuidaba e incluso dos amigas, la visitaron en la Maternidad del Hospital Santamarina y sabían que la chica había dado a luz.
La tragedia se conoció a partir de fines de mayo de ese año, ante la falta de Soria a algunos controles que debía cumplir con el pequeño y que son rutinarios dentro del esquema del servicio de neonatología del nosocomio público. Al no concurrir, desde el hospital se contactaron con la abuela de la joven, quien se sorprendió, dado que desconocía que su bisnieto, al que incluso se anotó con el nombre de Eder Soria, finalmente había nacido meses antes.
La mujer le pidió a otro nieto, hermano de Érica, que investigara la situación y allí se descubrió el macabro escenario: el cuerpito del bebé yacía dentro de una mochila, que la joven mantenía oculta dentro de un placard y se especula, llevaba allí más de un mes, en el departamento que la chica alquilaba en los fondos de una propiedad ubicada en Moreno 1320.
Tras la intervención policial, el cadáver del bebé fue sometido a la autopsia, en la que se determinó que no presentaba lesiones externas visibles, que permitieran concluir una muerte traumática.
También trascendió que el cuerpo de la criatura fue encontrado con el plástico que sostiene el cordón umbilical, lo que permitió inferir que la muerte se produjo a pocos días del parto.
Durante el período de tiempo en el que ocultó los hechos, Soria mantuvo una actividad normal, tanto en su trabajo como en el deporte que practicaba, con un comportamiento que no llamó la atención de su entorno.
Por otro lado, a aquellos que sabían que había dado a luz, les dijo que al chiquito se lo había llevado el padre a Santa Fe, y por eso no estaba con ella.
La causa inicialmente fue caratulada como Averiguación de Causales de Muerte y quedó a cargo del fiscal Gustavo Morey.
La principal hipótesis de la instrucción judicial, que recaratuló la causa como Homicidio Culposo, y que solicitó la elevación a juicio, apunta a que Érica Soria entró en un cuadro de desesperación ante la posible muerte súbita del bebé y decidió ocultarlo y elucubrar una serie de mentiras, antes de contar lo que realmente había ocurrido.
El ministerio público resolvió imputar a Soria por el delito de Homicidio Culposo, que supone una pena mucho más leve, a aquello que se especuló al poco tiempo de hallar los restos de la criatura.

UN CASO SIMILAR SACUDE A BALCARCE

El cuerpo de un bebé recién nacido fue encontrado ayer por la mañana en el patio de una casa abandonada de Balcarce y su madre, de 19 años, fue traslada al Hospital Interzonal de Agudos de Mar del Plata para ser atendidas por sus heridas.
Según informó el diario La Vanguardia, una vecina llamó al 911 para informar que en el patio de una casa abandonada ubicada en 114 bis, entre 17 y 19, había un “bulto” entre unas bolsas que podría ser el cuerpo de un bebé.
Personal policial que fue hasta el lugar confirmó que se trataba del cuerpo de un bebé recién nacido e inmediatamente notificaron al fiscal Rodolfo Moure.
El fiscal Moure dispuso que inmediatamente personal de Policía Científica de Mar del Plata fuera hasta Balcarce y, además, pidió información de nacimientos recientes en el Hospital y salas sanitarias.
A las pocas horas, la mujer que dio a luz al bebé, que vive cerca de la casa donde fue encontrado el cuerpo, se presentó ante las autoridades y, visiblemente con heridas, fue enviada al Hospital Interzonal.
El fiscal Moure le tomará declaración en las próximas horas, mientras espera por el resultado de la autopsia al bebé, para entender las causas de la muerte.

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