Tras aprenderlo, lo liberaron a las pocas horas, pero quedó imputado. En su casa encontraron un revólver y seis celulares.
Un docente del Colegio Nacional de Quilmes fue detenido anoche por la Policía bonaerense y estuvo unas horas demorado por la Policía bonaerense, acusado de haber efectuado una amenaza de bomba al establecimiento donde trabaja.
La aprehensión fue realizada por efectivos de la DDI Quilmes en la casa del imputado, ubicada en la calle Roque Sáenz Peña al 600 de esa ciudad, donde además se le incautó un revólver calibre 32 largo y seis celulares. El docente, de 54 años, identificado como Mario Alfredo Jiménez, fue liberado a las pocas horas, aunque lo seguirán investigando. "Me culpan porque soy peronista", aseguró el docente, quien dijo que son mentira las acusaciones.
Jiménez, está sospechado de realizar al menos una llamada con una amenaza de bomba el pasado 1° de septiembre al establecimiento ubicado en la esquina de Sarmiento y Conesa, en Quilmes, lugar donde cumple tareas laborales como docente de Economía. Según trascendió, el profesor tiene una larga trayectoria de militancia política en el municipio, donde siempre estuvo vinculado a la figura de Aníbal Fernández. En las elecciones de 2011, de hecho, fue el primer candidato a consejero escolar en la lista del anibalista Andrés Meiszner.
En ocasión de la intimidación el colegio tuvo que ser evacuado en su totalidad hasta que personal policial especializado determinó que se trataba de una falsa alarma. La investigación posterior permitió identificar el número de teléfono usado para concretar la llamada, y a partir de allí se realizó el allanamiento que terminó con la aprehensión del docente.
Si bien el ministerio de Seguridad bonaerense había informado esta mañana que Jiménez había quedado detenido, horas después desmintió esa versión.
Walter Ormazábal, dirigente de Suteba y la CTA que anoche acudió a la casa del docente tras el allanamiento, aseguró que Jiménez es "un compañero docente de varias escuelas estatales y privadas de Quilmes". Ormazábal dijo que el maestro investigado estaba en su casa cuando la Policía llegó y que él también había ido al domicilio. "Estuve todo el tiempo en el procedimiento, me llamó la atención que no había móviles policiales identificados. Tuve acceso a la orden de la fiscal, donde pone algo que me sorprendió: si había algún tipo de certificado de alumno regular y si en el domicilio había algún estudiante del Colegio Nacional". Efectivamente, en ese mismo terreno viven tanto la madre del imputado como un sobrino que es alumno de la escuela a la cual se hicieron las amenazas.
"Él me dijo que el arma es suya, pero que está en desuso y tiene el certificado del Renar. Los celulares de él son los de siempre y no fueron secuestrados porque no eran los que la Policía buscaba. Esto es un escrache", agregó Ormazábal, quien sentenció: "Uno de los policías que estaba en el procedimiento dijo "estamos acá, pero el llamado, pudo haber sido a cinco cuadras a la redonda"".
Interviene en la causa la UFI 6 del Departamento Judicial de Quilmes, que acusó a Jiménez de "intimidación pública".
La creciente "moda" de realizar llamadas con amenazas de bomba a las escuelas preocupa cada vez más a las autoridades. Según datos del Ministerio de Seguridad de la Provincia, en septiembre hubo casi dos mil casos en establecimientos bonaerenses. Las autoridades provinciales anticiparon hoy que demandarán por daños y perjuicios a los padres de los alumnos que realicen las amenazas.