El viernes de la semana pasada se realizó una reunión donde participaron alrededor de 25 cartoneros de la ciudad de Tandil.
En la misma se decidió conformar el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) en esta localidad, organización que a su vez forma parte de la Federación Argentina de Cartoneros, carreros y Recicladores y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).
La rama de cartoneros a nivel nacional es fundadora del MTE, y por ende, es la más antigua y numerosa. Está conformada por cartoneros y militantes que frente al actual sistema que pretende descartarlos han optado por sostener la cultura del trabajo, la solidaridad y el compañerismo como principales valores.
Es una organización independiente que tiene por finalidad la lucha por los derechos laborales de trabajadores y trabajadoras de la economía popular, es decir, todos aquellos que han tenido que salir a “inventarse su fuente de trabajo”.
El cartoneo es el nombre de un oficio que consiste en recolectar cartón y otros derivados del papel por las calles de las ciudades, productos de los residuos urbanos, utilizados luego para el reciclaje. A pesar de ser estos materiales los más importantes a la hora de la búsqueda, también el término se ha extendido a la labor de buscar en los residuos cualquier objeto o artefacto que pueda resultar útil o tener valor.
El cartonero se diferencia del trabajo de Recolector de Residuos en que es un emprendimiento individual no planificado ni asalariado, llevado a cabo por particulares que obtienen modestas retribuciones en la venta del cartón y sus derivados. El reconocimiento de los cartoneros como trabajadores, implica el reconocimiento de que como tales deben tener acceso a los derechos que tiene cualquier trabajador, y es de la necesidad de este reconocimiento que surge la idea de organizarse bajo este espacio, también en la ciudad de Tandil.
En Argentina, Más de 200 mil cartoneros en todo el país, recuperan 10 mil toneladas de residuos a diario, sin reconocimiento de su trabajo ni de muchos derechos fundamentales. Este trabajo de recuperación que realiza el sector tiene un impacto ambiental relevante, ya que estos materiales vuelven a la industria como materia prima para nuevos productos, en lugar de ir a rellenos sanitarios o basurales a cielo abierto.