Casi 400 civiles murieron y más 600 resultaron heridos en atentados y otro
tipo de hechos de violencia, según informó hoy la misión de la ONU en ese
país, encargada de relevar las consecuencias humanitarias del devastador
conflicto armado que ha mutado pero nunca desaparecido desde la invasión
estadounidense en 2003.
En un comunicado, la Misión de Naciones Unidas para Irak (UNAMI, por sus
siglas en inglés), precisó que fallecieron 385 civiles y que 613 fueron
heridos en el mes que acaba de terminar, un saldo que marca una notable
disminución en el número de heridos, que en enero pasado superó los 900
civiles, informó la agencia de noticias EFE.
Desde diciembre pasado, la misión de la ONU no incluye las bajas de los
miembros de las fuerzas de seguridad.
Las últimas cifras de muertos y heridos que incluían a miembros de las
fuerzas de seguridad que se conocieron fueron la de noviembre del año
pasado. Entonces, el número de soldados iraquíes muertos fue de 1.959, lo
que representó un aumento de 300% con respecto al mes anterior, cuando
fallecieron 672.
Hoy la ONU también destacó que la provincia norteña de Nínive, donde sigue
la ofensiva para recuperar su capital, Mosul, en manos del grupo yihadista
Estado Islámico (EI), fue la región más sangrienta y violenta para la
población civil. Allí fallecieron 201 personas y otras 250 resultaron
heridas el mes pasado.
La segunda región más violenta fue la capital, Bagdad, con 120 fallecidos y
300 heridos.
En la provincia central de Saladino, en tanto, se registraron 9 muertes de
civiles y al menos 13 personas heridas.
Tras anunciar el nuevo saldo de víctimas civiles, el representante de la
ONU para Irak, Jan Kubis, lamentó las cifras y condenó que el EI "continúe
teniendo como objetivo a los civiles".
Asimismo, saludó el "profesionalismo" de las fuerzas de seguridad iraquíes,
que avanzan en su ofensiva contra la milicia islamista radical en Mosul
"intentando minimizar la pérdidas humanas".
"Las fuerzas de seguridad están realizando progresos en Mosul, a pesar de
las incesantes provocaciones de los terroristas", agregó.
Las fuerzas conjuntas -integradas por unidades del Ejército, la Policía,
cuerpos especiales y milicias chiitas- lanzaron el 17 de octubre pasado una
gran ofensiva para arrebatar al EI Mosul y los otros territorios que el
grupo radical conquistó en la provincia de Nínive a mediados de 2014.
Esta masiva coalición militar cuenta además con el apoyo aéreo de la
coalición internacional liderada por Estados Unidos, que bombardea
objetivos del EI, el grupo yihadista que quiere instaurar un califato en el
norte de Irak y en la vecina Siria.