El miércoles se realizó en Benito Juárez una movilización frente al Palacio Municipal, convocada por la Asamblea Vecinal por la Termoeléctrica, con motivo de presionar en la sesión de Concejo Deliberante donde se trató el expediente de cambio de zonificación de la tierra adquirida por la empresa MSU Energy, en la localidad de Villa Cacique, para darle vía libre a los trámites administrativos provinciales necesarios para la instalación de la planta termoeléctrica. El cambio se refiere a modificar legalmente un área de uso rural a una de uso industrial específico para la generación de energía, algo muy similar a ciertos convenios urbanísticos que han sido denunciados en nuestra ciudad.
Poco después de 18 comenzó a acercarse la gente a la plaza principal con una convocatoria de más de 100 personas de Barker, Benito Juárez y la región (Tandil, Azul, Olavarría y Tres Arroyos). Los vecinos tenían barbijos y numerosos carteles y banderas que expresaban el rechazo a la termoeléctrica y el derecho ciudadano a decidir, a tener opciones. Uno de los asambleístas enunció: “este no es sólo un problema ambiental, es mucho más que eso, es un problema social, político y económico”, negando la estigmatización de “los opositores ambientales” o “reclamos ambientalistas” que puede leerse en los medios. María E. Argeri, miembro de la Asamblea deconcejales de la Cuenca del Claromeco, aclaró al respecto: “no somos Greenpeace, somos las ballenas”.
Se dio inicio cuando la doctora Amalia Langle, médica pediatra y especialista en salud comunitaria, hizo un racconto de las enfermedades relacionadas con este tipo de centrales térmicas según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente, 2002. “Desde el miedo no logramos nada, tenemos que defendernos desde la verdad”, expresó, mientras explicaba las consecuencias de los contaminantes que se liberan al medio desde este tipo de planta, focalizando en la salud pública.
Minutos antes de las 20, horario de comienzo de la sesión extraordinaria, los asambleístas y vecinos autoconvocados ingresamos al Palacio Municipal. Tras controles policiales de requisa pudimos ingresar y tamaña sorpresa nos llevamos al ver más de 50 personas ya adentro con enormes banderas colgadas apoyando la instalación de la central. Una de las banderas declarada: “SI AL TRABAJO, SI AL CRECIMIENTO”.
Los defensores del proyecto eran militantes del partido oficialista fieles al intendente Marini, empleados municipales y de Obras Sanitarias, el presidente de la Cooperativa Eléctrica acompañado también por empleados, y hasta el jefe de seguridad de la comunidad juarense.
Al iniciar se entregó una carta elaborada por la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Barker con el apoyo de asambleas y ciudadanos de la región, que fue leída, donde se aludía a la toma de conciencia, señalando que no era solo un cambio de zonificación lo que se estaba aprobando, sino que se estaba dando acceso a la empresa para instalarse.
Finalmente, después de más de 3 horas de sesión, el fallo resultó positivo, contando con más de 2/3 del total, con 11 votos a favor y 3 en contra. ¿Por qué gano el sí?
Cabe señalar que, en la mayoría de los votos afirmativos, no había unanimidad de conciencia. Varios concejales que votaron a favor dieron serios argumentos por el no, pero por varios motivos terminaron dando el consentimiento. Entre los principales argumentos dados señalamos: el déficit energético, la necesidad de generar puestos de trabajo, la plena confianza en los organismos de control (en este caso OPDS) y por último la tecnología sofisticada utilizada en este tipo de plantas.
Los que votaron en contra fueron tan sólo tres no pudiendo denegar la mayoría de los 2/3. Ellos fueron: José María San Roqueondo del bloque UCR, vecino de Villa Cacique, quien expresó que este tipo de energías es del siglo XIX, que el estudio de impacto que la empresa realizó en 4 días tiene una duración mínima de 4 meses y que la OPDS no le genera ningún tipo de confianza ciega ya que ha sido demandada en numerosos casos de corrupción.
También acompaño la negativa Gustavo Lorenzo, único concejal del FPV que no acató, y por último, el concejal del Frente Renovador, Juan Manuel Pérez, quien había participado de la asamblea del pasado lunes en Villa Cacique, y que dio serios argumentos por el no, principalmente ateniéndose a los dudosos manejos sobre el expediente, mencionado esto mismo por otros concejales que votaron a favor. Según relata Pérez, la nota de aviso para pedir el cambio de zonificación del terreno de 160 has comprado por la empresa ingresa el 17/01 al Palacio Municipal y el expediente se crea el 13/01, es decir, cuatro días antes del pedido. “Parece que acá algunos son videntes” señaló. Denunció presiones telefónicas para votar por la positiva a varios miembros del concejo y llamó a “no ser pechos fríos” y puedan “despojarse de lo partidario, de lo corporativo sintiéndose parte de cada ciudadano, parte de la historia, porque hoy estamos haciendo historia”.
Frente a los hechos acontecidos la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Barker se declara en asamblea permanente, con el apoyo de numerosas asambleas de la región, ciudadanos, gremios, partidos políticos y funcionarios públicos, y expresa que seguirá las vías legales correspondientes para impedir la instalación de la central termoeléctrica.
“No queremos energías contaminantes con negociados políticos. Queremos energías sustentables con participación popular. La salud no se negocia”, indicaron finalmente los vecinos autoconvocados