La moderna planta emplazada en el Parque Industrial Tandil, cuyos empleados, bajo la administración de Cinpal Brasil estuvieron casi ocho meses sin cobrar sueldo alguno y con la amenaza latente de quedarse sin trabajo y sin sus indemnizaciones, volvería a la actividad hoy, luego de finiquitada la operación de compra de la empresa, por parte de Hübner, otra compañía de capitales brasileros.

A partir de hoy, la fundición reabriría sus puertas y en los primeros días de febrero reactivaría sus máquinas, paralizadas desde hace meses, incluso mucho antes de que estallara el conflicto con los trabajadores, cuando estos dejaron de percibir sus haberes.
Si bien no todos los operarios que trabajaban para Cinpal seguirán en Hübner, sí representó una continuidad laboral para muchos de ellos, lo que supone un alivio luego de tantos meses de incertidumbre para estas familias y estos trabajadores, que llegaron a realizar una prolongada toma de la fábrica, con el fin de que la misma no fuera vaciada.
Muchos otros ex empleados de Cinpal, durante el largo conflicto de la segunda parte de 2016, encontraron otras alternativas de trabajo o prefirieron desvincularse definitivamente de la firma, a pesar del cambio de dueños.
Es por eso que trascendió que de los 44 que se mantenían con la ex Cinpal, solo 24 seguirán vinculados al nuevo emprendimiento. Un pequeño grupo de estos trabajadores comenzarán a partir de hoy con tareas de limpieza y mantenimiento.
Hübner aprovechará esta segunda quincena de enero para evaluar la situación de la planta, desde lo edilicio hasta las maquinarias, y realizar un informe detallado de las condiciones en las que ambos esquemas se encuentran.
Este informe será elevado a las nuevas autoridades quienes analizarán la inversión necesaria para comenzar con los procesos de producción. En este sentido se supo que la idea es empezar en los primeros días del mes de febrero.
El pasado viernes, ejecutivos de la firma compradora y algunos representantes de los obreros que decidieron permanecer en la planta, mantuvieron una reunión y allí fue anunciada la reapertura de la fábrica, que permaneció cerrada desde julio pasado, en el marco de la toma mencionada más arriba.
La novedad de la reactivación de la planta metalúrgica renovó las expectativas de los trabajadores, quienes deslizaron que la reunión de la semana pasada fue “muy positiva” y se llevaron la impresión de que las intenciones de los nuevos propietarios “son serias”.
El largo conflicto de los empleados de Cinpal Brasil incluyó, además de la toma de la fábrica, la presencia permanente en la puerta del Parque Industrial, con un par de cortes de ingreso y egreso al predio incluidos; y marchas por la zona céntrica de la ciudad, que terminaron en la sede del Municipio, donde se llegó a reclamarle al Intendente su intervención en el conflicto, para ayudar a los operarios que estaban sin cobrar sus salarios.
Las gestiones incluyeron solicitudes al consulado brasilero en Buenos Aires, para que los responsables de Cinpal Brasil comparecieran en Tandil; y hasta se mantuvieron un par de reuniones con un ejecutivo de aquella empresa, en la que no se cumplió ninguno de los compromisos asumidos por el carioca.
Finalmente, ya con el nombre de Cinpal pasando de la peor manera a la historia de la metalurgia en nuestra ciudad, se abre una luz de esperanza para un grupo de obreros y sus familias, que a partir de hoy volverían a contar con su trabajo y, especialmente, con sus salarios.