06/01/2017

Campo

En 2016 cayeron la producción, el consumo y la exportación de carne de pollo

La producción de carne de pollo cayó un 4% en los primeros once meses del
año pasado con relación a igual período de 2015, en sintonía con una caída
del 2,6 % en el consumo interno y una baja de más del 24% en lo que
respecta a los ingresos por exportaciones.
Según un informe elaborado por la consultora Investigaciones Económicas
Sectoriales (IES), el acumulado de once meses de 2016, presentó un panorama
dominado por caídas en la producción, consumo interno y exportaciones de
carne aviar, en un contexto de menor rentabilidad.
Para el IES, la merma productiva responde tanto a la menor demanda interna,
que se vio afectada por el deterioro del salario, la fuerte suba de precios
de los productos avícolas (mayor al aumento de carnes sustitutas), así como
por el fuerte desplome de las exportaciones en valores y volumen.
La producción de carne aviar alcanzó un total de 1734 miles de toneladas en
los primeros once meses del año, lo que implicó una caída del 4 % e implicó
una baja en el consumo interno por habitante del 2,6%, al llegar a un
promedio de 41,9 kg per cápita.
Para IES, la menor ingesta de carne aviar está en línea con la fuerte suba
de los precios minoristas del pollo, que aumentaron 50% entre enero y
noviembre del año pasado, por encima de los aumentos la carne vacuna
(41,6%) y porcina (25,2%), así como del incremento del 41,4% del nivel
general de precios del IPC de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en
los primeros once meses del año pasado.
En ese contexto, las ventas externas no pudieron compensar el deterioro del
mercado interno, ya que la fuerte suba de costos de los insumos del sector
(maíz y soja), así como los laborales y energéticos, licuó progresivamente
la mejora en la competitividad externa de principios de año.
Por el lado de las importaciones, presentaron una fuerte expansión hasta
noviembre, aunque según IES, aún permanecen en niveles bajos que no afectan
a la producción nacional, y tienen una participación del 0,79% en el
consumo.
En el acumulado de once meses del año 2016, las exportaciones presentaron
un retroceso tanto en valores como en volúmenes, por lo que continuaron con
la tendencia decreciente observada en 2015 y 2014, producto del derrumbe de
las compras de Venezuela, principal comprador del país hasta 2014
inclusive, cuando su participación en valores representó el 42,4% del
total.
En el acumulado de enero a noviembre del año pasado, aumentaron fuertemente
las ventas a China y Rusia, aunque los mayores envíos a estos destinos aún
no compensan las menores compras de Venezuela. Ante la pérdida del mercado
venezolano, se ha comenzado una campaña para la apertura de nuevos mercados
por todo el mundo, sobre todo en el sureste asiático, Oriente Medio y
África subsahariana.
En este contexto de diversificación de las ventas, en el acumulado de once
meses del año pasado, las ventas externas alcanzaron a un total de 171 mil
toneladas, con una caída del 16% frente a las 204 mil toneladas exportadas
en igual período del año de 2015. En valores, la merma fue del 24,5%, y
alcanzó los u$s 233 millones contra u$s 309 millones del acumulado a
octubre del año de 2015.
Por su parte, las importaciones en el acumulado de once meses del año de
2016 tuvieron un fuerte incremento del 109% en valores y del 163% en
cantidades con relación a igual período del año 2015, que se trata de la
base histórica más baja de comparación.
En cambio, si se coteja con una base normal como el acumulado de once meses
de 2011, existe una caída del 27,6% en valores y una baja del 22,7% en
cantidades, aunque su participación en el consumo interno en dicho período
llegó al 1,2% y en el acumulado de once meses de 2016 apenas representó el
0,79%, cifras poco significativas, muy por debajo de su elevada
participación histórica en el consumo del sector.
Para 2017, para IES, se prevé una mejora en la rentabilidad sectorial dado
que la abundante cosecha de maíz deberá relajar los precios internos del
principal insumo del sector.
En línea con este panorama, una mayor producción aumentaría la oferta y
contendría los precios internos que, junto con la recuperación del salario
real prevista para 2017, generaría una alza del consumo interno de carne
aviar en el año de 2017.
En cuanto al mercado externo, se proyecta una mejora de las ventas
externas, aunque será un rebote tras tres años de mermas consecutivas. El
Gobierno, por su parte, analiza bajar el IVA que actualmente pagan los
productos avícolas como el huevo y el pollo, de manera que se equipararían
con lo que tributa la carne vacuna, lo cual implicaría una menor presión
tributaria que aliviaría la ajustada rentabilidad del sector.

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