La Municipalidad pagará más de 70.000 pesos tras juicio por mala praxis

Los tandilenses deberán afrontar desde las arcas municipales una nueva demanda por mala praxis en el Hospital Santamarina, esta vez, a través de un acuerdo con la familia damnificada, del orden de los 73.200 pesos.

La historia remite al año 1991, cuando el matrimonio compuesto por Dante Marcelo Muldon y Patricia Liliana Leguizamón, entablaron una demanda civil por “daños y perjuicios” luego de un parto en el nosocomio público, en el que nació una criatura con parálisis cerebral.

A 21 años de los hechos, los Muldon finalmente lograron este consenso, asesorados por los doctores Benito y María Marta Vicente, especialistas en la materia. El pago se conoció a través del último Boletín Oficial de la comuna.

Cabe recordar que la Justicia Civil y Comercial había rechazado en una primera instancia un resarcimiento por 650.000 pesos.


LA HISTORIA


La menor -cuarta hija de la pareja- nació en el Hospital. El 5 de mayo de 1991 a las 14 aproximadamente, en razón de haber comenzado a sentir síntomas del parto, concurrió con su esposo al Hospital y allí fue atendida por una obstetra, quien le dijo que debía quedar internada, lo que cumplió.

Refirieron que transcurría el tiempo y la situación de la madre se complicaba, continuaba con contracciones, no tenía dilatación uterina y aún peor, se daba la situación de que la niña se presentaba en posición no adecuada para el parto, situación que la obstetra no tomó en cuenta. Enunciaron que al día siguiente de la internación, a las 2 horas y sin que ningún médico del servicio de obstetricia la haya ido a revisar, apareció en la habitación una enfermera para aplicarle una inyección, la que le dijo que era “para ayudar al parto” sin otra explicación.

Pasaron unos minutos, comenzó a tener dolores más fuertes, sin que personal médico fuera a verla, y encontrándose sola se produjo la rotura de bolsa. Al rato fue trasladada a sala de partos, siendo recibida por la partera, quien comenzó su atención, hasta que se complicó. Ahí la enfermera le pidió a la parturienta que pujara, lo que hizo sin resultado positivo, mientras que la partera se descontrolaba. Ello llevó a que la partera efectuara llamadas, hasta que apareció el doctor Enrique Farina, quien procedió a efectuar una incisión en la región vaginal de la madre que hizo posible el nacimiento de la niña. Al tercer día del parto, madre e hija fueron dadas de alta, sin que se les informara detalles de lo sucedido.

Allí –aducen- comienza la historia infortunada de la menor, la que está parcialmente reflejada en la historia clínica. La parálisis cerebral de la niña fue diagnosticada recién al mes y medio de vida, ello después de sufrir un episodio convulsivo -propio del padecimiento de esa patología- que obligó a llevarla al hospital. Luego de realizados los estudios, se determinó, por médicos de dicho establecimiento, la afectación neurológica derivada, con causa que se remontaba al momento del parto.