El martes pasado, en horas del mediodía, se desarrolló una primera reunión con miembros de distintas áreas del Municipio para analizar el cumplimiento del fallo de la Cámara de Apelaciones de Azul, que impuso controlar el ingreso de público a las cavas que son utilizadas como balneario, de manera irregular.

En ese primer encuentro se analizaron las posibilidades que tiene el Municipio de efectivizar un plan para dar cumplimiento a la solicitud de la justicia y participaron funcionarios de las Secretarías de Obras Públicas, Legal y Técnica, Gobierno, Protección Ciudadana y la Jefatura de Gabinete.
Atilio Della Maggiora, Secretario de Protección Ciudadana, calificó al tema como “muy complejo”, porque se trata de un predio “ubicado en la zona rural, cercado con alambrado de siete hilos. Hicimos un primer análisis y abrimos un expediente en el que además, se notificó a la firma demandada para que se presente también y aporte sus propuestas, porque también lo dispone la sentencia”.
El Municipio aguardará la actitud que asuma la empresa respecto de la disposición de la Cámara, aunque Della Maggiora aventuró que “pienso que van a tomar intervención, porque el fallo es claro en cuanto a que si no lo hiciera o se negara a ejecutar las obras preventivas, que hubieran sido aprobadas por el poder judicial, lo podría hacer el municipio y luego transmitirle el costo a la misma empresa. Por lo tanto, me parece un incentivo bastante razonable para que la firma participe del procedimiento”.
En el encuentro del martes, surgieron algunas ideas para controlar el acceso de la gente a las cavas, a raíz de un fallo que surgió por la presentación de familiares de un joven que falleció trágicamente en el lugar, mientras se bañaba en ese espejo de agua.
El predio es propiedad privada y el acceso al lugar está prohibido, pero cientos de vecinos lo utilizan como un balneario gratuito, por la belleza y el relativamente simple ingreso hasta la cava.
El funcionario encargado de seguridad municipal, señaló que “el control es muy difícil de implementar, porque o presentan dificultades técnicas u operativas, o de muy alto costo. Un alambrado olímpico podría ser una alternativa, poner seguridad privada también”.
“Los puntos de acceso son muchísimos y la gente ingresa por distintos lugares, lo cual hace muy difícil cualquier tipo de decisión”, explicó.
Della Maggiora insistió que “nos encontramos con la dificultad de multiplicidad de accesos y con el aditamento que mucha gente circula por allí, vive en la zona. Entonces pones un retén de control, pero ¿cómo determinar quién puede pasar y quién no? Necesitaríamos tener los nombres de los vecinos. Supone un mecanismo muy complejo. Es muy engorroso de implementar”.
Además, sostuvo que “los plazos no están muy claros, pero debería ponerse en vigencia tras la aprobación que tiene que prestar la justicia, al plan de seguridad que se presente”.
“La responsabilidad del Municipio es hasta afuera del predio, porque después es una propiedad privada. El Municipio va a colaborar en todo lo que sea posible, pero tenemos que ser conscientes que estas medidas son muy dificultosas y posiblemente ineficaces, por las particularidades del predio”, advirtió finalmente.