23/01/2017

Mundo

Trump quiere renegociar los tratados comerciales de EEUU ya en su primer lunes como presidente

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abrió hoy su agenda y se
espera que emita una orden ejecutiva para renegociar el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA), firmado con Canadá y México,
y otra para retirar al país del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP)
Por lo demás, el recién asumido mandatario ya comenzó el desmantelamiento
del plan de salud Obamacare, una nueva relación bilateral con Israel y
reuniones con empresarios y sindicatos.
Según la Casa Blanca, que no adelantó detalles, Trump firmará en su primer
lunes como presidente órdenes ejecutivas en el Despacho Oval, cumpliendo
así su axioma proteccionista tan mentado durante su campaña y en su primer
discurso como mandatario.
Poco después de ganar las elecciones del pasado 8 de noviembre, Trump
anticipó en un video que una de sus primeras acciones tras ser investido
presidente sería emitir una "notificación de intención" para retirar al
país del TPP, acuerdo que consideró "un desastre potencial" para su país.
El TPP, uno de los pilares de la globalización, fue negociado por el
gobierno del ex presidente Barack Obama, que hizo de ese acuerdo una de sus
prioridades en materia comercial y dentro de su estrategia para profundizar
los lazos con la región de Asia-Pacífico.
Según la cadena NBC, Trump firmará hoy también otra orden ejecutiva para
iniciar la renegociación del NAFTA con México y Canadá, difundió la agencia
de noticias EFE.
La renegociación de este acuerdo -que rige desde 1994- fue una de las
promesas de Trump durante la campaña. Durante esos días lo calificó como
"el peor acuerdo comercial" de la historia, culpable de la pérdida de
empleos y del cierre de empresas que se desplazan a los países vecinos para
abaratar costos.
En un acto en la Casa Blanca este domingo, el presidente confirmó su
intención de iniciar la renegociación del NAFTA con su par mexicano,
Enrique Peña Nieto, al que recibirá el 31 de enero, y con el primer
ministro canadiense, Justin Trudeau, con quien también prevé reunirse
pronto.
En su discurso inaugural ya adelantó -como dijo en varios tramos de su
campaña- su ruta: "Debemos proteger nuestras fronteras de los abusos de
otros países que están fabricando nuestros productos, robando nuestras
compañías y destruyendo nuestros empleos".
Peña Nieto llamó el sábado pasado a Trump para felicitarlo por su asunción
presidencial; luego Trump dijo: "Creo que vamos a tener un buen resultado
para México, Estados Unidos, para todos los involucrados. Es realmente
importante".
Sin embargo, Trump está decidido a cumplir con su plan de modificar los
términos del acuerdo trilateral y de reforzar la frontera con un muro, que,
según dice, le hará pagar a México a través de un impuesto o un reembolso.
En su primer tuit de hoy, Trump anticipó que se viene "una semana ocupada"
que empezó con un desayuno con empresarios y seguirá con la firma de las
órdenes ejecutivas, un almuerzo con su vicepresidente, Mike Pence, un
encuentro con líderes sindicales y trabajadores, y una recepción con los
líderes republicanos y demócratas del Congreso.
Su semana, centrada en "empleos y seguridad nacional", arrancó con un
encuentro informal con "altos ejecutivos" y líderes empresariales donde
dijo que si sus empresas se quedan en Estados Unidos, "cortará impuestos
masivamente".
Más tarde, tendrá una reunión similar con líderes sindicales y trabajadores
y con congresistas para revisar y conseguir los votos para flexibilizar el
sistema sanitario del país, conocido como el Obamacare.
El viernes pasado, tras la investidura, Trump ordenó con su primer decreto
a las agencias federales que "tomen todas las acciones acordes con la ley
para minimizar la carga económica y regulatoria" que les imponía la Ley de
Cuidados Asequibles de Salud.
Así, el presidente pretende que las agencias actúen en la medida de lo
posible desoyendo las directivas de la reforma sanitaria de Obama, mientras
el Congreso halla el camino para derogar y sustituir el actual sistema de
salud.
En medio del desmantelamiento del plan sanitario -que dejaría a millones de
ciudadanos sin seguro médico- su asesora Kellyanne Conway, repitió anoche
que la Casa Blanca "no va a publicar" la declaración de impuestos de Trump
porque es un tema que "no les preocupa a los votantes".
Mientras tanto, hoy un grupo de constitucionalistas de Estados Unidos
anunció que presentará una demanda contra Trump en relación con sus
intereses de negocios, informó el diario The New York Times.
Los expertos creen que los ingresos por sus hoteles y otras empresas violan
una cláusula de la Constitución por la cual los dignatarios del país no
deben recibir regalos ni ingresos paralelos de parte de gobiernos
extranjeros. El temor es que se "produzca una influencia de fuerzas
extranjeras sobre la política estadounidense", argumentaron.
Los abogados de Trump, por su parte, dijeron que la cláusula se refiere a
obsequios y presentes especiales, pero no al pago de una habitación de
hotel.
"Cuando se redactó la Constitución nadie se imaginó que el pago de una
factura de hotel implicara ingresos paralelos", cerró el tema uno de ellos,
la especialista Sheri A. Dillon, con la prensa.
En el marco internacional, el tema más resonante de hoy fue la "seria"
intención de Trump de trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel de
Tel Aviv a Jerusalén, según dijo hoy el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat.
"Pero seguro -observó- no pienso que el traslado de la embajada pueda ser
en un día".
Ayer, Trump y el premier israelí Benjamin Netanyahu tuvieron una primera
conversación telefónica, pero en sus comunicados de prensa la cuestión de
la embajada no fue mencionada.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina
(OLP), Saeb Erekat, advirtió hoy del riesgo de una respuesta violenta si el
gobierno de Estados Unidos decide trasladar su embajada de Tel Aviv a
Jerusalén.
"La situación es muy peligrosa", dijo y agregó: "Eso lo deberían entender",
se trata de Jerusalén. "Una Palestina sin Jerusalén como capital sería
insignificante", insistió, en declaraciones tomadas por la agencia de
noticias DPA. Hamas, desde Gaza, aseguró que sería "cruzar una línea roja".
Ayer el vocero de Trump, Sean Spicer, dijo que la Casa Blanca se encuentra
en "una fase muy temprana" de conversaciones con Israel sobre el traslado
de la embajada a Israel, según informó CNN.

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