La escalada de la violencia en la ciudad siria de Deir Ezzor, hoy escenario
de la ofensiva del grupo islamista extremo Estado Islámico (EI), amenaza la
vida de 93.000 civiles, entre ellos 40.000 menores, alertó hoy el Fondo de
Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
"Los niños que viven en la localidad asediada de Deir Ezzor han estado bajo
intensos ataques en la última semana", señaló el director regional de
Unicef, Geert Cappelaere, que recordó que el acceso regular de ayuda
humanitaria a la urbe está interrumpido desde hace dos años.
El responsable internacional destacó que el lanzamiento indiscriminado de
cohetes ha matado a decenas de civiles en la ciudad del noreste sirio y ha
obligado a muchos a permanecer en sus casas, informó la agencia de noticias
EFE.
"El precio de la comida se ha disparado a niveles que son diez veces
superiores a los de la capital, Damasco. Los cortes de agua crónicos están
forzando a las familias a buscar agua sin tratar del río Éufrates, lo que
expone a los menores al riesgo de enfermedades", alertó el funcionario.
Cappelaere hizo un llamamiento a todas las partes del conflicto en Siria
para que levanten todos los asedios y permitan el acceso humanitario,
"incondicional y sin trabas", para que se pueda asistir a los menores de
Deir Ezzor y del resto de zonas sitiadas del país.
"Nada justifica el empleo de los cercos y el sufrimiento incalculable de
los niños. Los menores de Siria ya han pagado el más alto precio por una
guerra que ellos no están haciendo", indicó.
Desde el 14 de enero, Deir Ezzor es blanco de una ofensiva del EI contra
las zonas en poder de las fuerzas gubernamentales sirias, llevada adelante
principalmente por los insurgentes islamistas que desplazados de Mosul,
Irak, se trasladaron a Siria y cercaron la ciudad.
Entretanto, una escuadrilla de seis bombarderos estratégicos rusos Tu-22M3
atacó posiciones del EI junto a la ciudad siria de Deir Ezzor y regresó a
sus bases, informó el ministerio ruso de Defensa.
Los bombarderos, que despegaron de sus bases en Rusia, atacaron puestos de
mando y arsenales de los yihadistas.
"Los medios de verificación confirmaron que fueron destruidos todos los
objetivos contemplados en la misión", afirmó el comunicado.
Los Tu-22M3 fueron acompañados en su misión por cazas de la escuadrilla
rusa desplegada en la base de Jmeimim, en la provincia de Latakia.
El de hoy es el segundo ataque ruso con empleo de bombarderos estratégicos
contra los yihadistas en las últimas 48 horas, en apoyo de las tropas del
gobierno sirio que combaten al EI e intentan restablecer el vínculo de Deir
Ezzor con el resto de las áreas bajo su control.