El fiscal de Estado de Jujuy, Mariano Miranda, se mostró hoy conforme con
el fallo que ayer condenó a la dirigente Milagro Sala a tres años de
prisión en suspenso por el escrache realizado en el 2009 contra el entonces
senador Gerardo Morales, y remarcó que, en el proceso, quedaron
"perfectamente acreditados" los "daños agravados".
"Los daños agravados fueron perfectamente acreditados, según surge de las
actuaciones", sostuvo el fiscal en declaraciones formuladas a Radio Télam,
quien indicó que, en el marco de esa causa, quedó probada la "instigación a
cometer delito" por parte de la líder de la agrupación Tupac Amaru.
De esta forma, se refirió al veredicto en el juicio oral y público que
finalizó ayer, en el que el Tribunal Oral Federal de Jujuy condenó hoy a
Sala a la pena de 3 años de prisión en suspenso, por daños, por encontrarla
responsable de instigar el escrache contra Morales.
Por el mismo hecho, el Tribunal condenó a los cooperativistas Graciela
López y Ramón Salvatierra a las penas de 3 años y 2 años de prisión
respectivamente como coautores de daños agravados.
Por otro lado, Miranda destacó como "un paso importantísimo para saber qué
ha pasado con los hechos de corrupción" el pedido de elevación a juicio
oral y público de la causa por "fraude a la administración pública,
asociación ilícita y extorsión" por la que está imputada y detenida la
dirigente social Milagro Sala, formulado por la Fiscalía de Investigación 1
de Jujuy.
En ese marco, Miranda indicó que a los bancos llegaban desde la provincia
"el dinero en cheques de 50.000 pesos, y se enviaban a 50 o 100 personas de
la organización (Tupac Amaru) a cobrarlos", con lo cual -indicó- "en la
práctica era un pasamanos" porque "los municipios no ejercían ningún tipo
de control", sobre la obra ni sobre el dinero otorgado.
En tanto, al ser consultado sobre el estado actual de la provincia, el
fiscal de Estado de Jujuy opinó que recobró "el clima de tranquilidad" y
que "la sociedad ha recuperado la confianza en las instituciones".
También explicó que la capital jujeña está encajonada entre dos ríos, por
lo que cualquier corte en sus calles impide la circulación. "A fines del
año pasado vivimos 50 días con la ciudad sitiada", recordó en referencia a
los primeros días del gobierno del actual gobernador radical Gerardo
Morales y marcó la diferencia con "la tranquilidad" actual, "donde la gente
circula libremente".