Aquejado por una disfonía, el Presidente será operado en los próximos días, en lo que será su segunda cirugía del año. Qué gravedad reviste la intervención
El primer año de gobierno de Mauricio Macri quedará signado -entre otras cuestiones- por sus problemas de salud. A mediados de junio pasó por el quirófano del Instituto del Diagnóstico para operarse los meniscos de la rodilla derecha después de una lesión sufrida en un partido de paddle en la quinta de Olivos. A principios de ese mes también había sido derivado a la Clínica de Olivos, a metros de la residencia presidencial, por una arritmia que luego no pasó a mayores. Ahora el mal que aqueja al Presidente es un pólipo en la garganta, que lo llevará nuevamente al quirófano.
"Es una patología inflamatoria como consecuencia del uso vocal intenso. Es decir, se da por un traumatismo mecánico de las cuerdas vocales, que de tanto usarse desarrollan el pólipo", explicó a Infobae Sebastián Sturla, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Alemán. "El síntoma más importante que produce es la disfonía", agregó el especialista.
La operación no tiene ningún riesgo. Se trata de una fonocirugía, una técnica quirúrgica que consiste en la resección microquirúrgica del pólipo bajo anestesia general. Tras el paso por el quirófano, el tratamiento continuará en foniatría. Muchos pacientes reciben tratamiento de reeducación de comportamiento o terapia de voz proporcionados por un patólogo del habla y el lenguaje. En el posoperatorio se le indicará a Macri que no podrá gritar, con la obvia imposibilidad de dar discursos.
"Esta patología benigna en la cuerda vocal tiene que ver con los abusos vocales, agudos, traumáticos. La intervenciones en general son de resolución sencilla. También depende del estado del paciente: si no tiene mayores problemas de salud, en general son procedimientos ambulatorios, se operan y en el mismo día se van a su casa si no tiene ninguna complicación", dijo a Infobae Dora Latourrette, médica otorrinolaringóloga del Hospital Italiano.
"Se presenta en los profesionales de la voz, que no son solo los cantantes y actores. Pueden ser docentes, médicos, políticos, sacerdotes, vendedores ambulantes. Y puede presentarse en mujeres, hombres, niños, aunque con distintos tipos de prevalencia", agregó Latourrette.