La cámara de diputados del parlamento austríaco aprobó a última hora de
ayer la expropiación del edificio en el que nació Adolf Hitler, en un paso
más para reformar el lugar y reducir su atractivo como punto de
peregrinación para los neonazis, informaron los medios austríacos esta
mañana.
El texto no especifica cómo se llevará a cabo la reparación, motivo por el
que algunos diputados dijeron que se oponían a la ley. Entre sus
detractores figuran algunos miembros del pequeño partido liberal Neos,
según un comunicado del Parlamento, pero no hay disponible un desglose de
los votos, informó la agencia Europa Press.
La ley debe ser aprobada ahora por el senado, un trámite que se espera sea
una mera formalidad. El ministro del Interior, Wolfgang Sobotka, ha dicho
que el Gobierno apoya una "remodelación arquitectural" de la vivienda en la
que Hitler nació cerca de la frontera con Alemania en 1889, lo que podría
incluir la demolición del edificio.
La expropiación de la vivienda en la localidad de Braunau am Inn debería
poner fin a la larga disputa con su propietaria, una jubilada que ha
rechazado las ofertas anteriores del Estado para adquirir el edificio.
Sobotka ha dicho que el edificio de tres plantas podría ser usado por el
municipio "para fines caritativos u oficiales" tras su conversión. El
Ministerio del Interior tiene alquilado el edificio desde 1972 y lo ha
cedido a Braunau.
Frente a la casa natal de Adolf Hitler, un memorial reza, grabadas sobre
piedra, las palabras "Por la libertad, la paz y la democracia, millones de
muertos claman: nunca más fascismo".
La ultraderecha austríaca ha experimentado un gran crecimiento en los
últimos años, alimentada especialmente por la ola migratoria que, originada
en los países en guerra de Asia Central, el Medio Oriente y África
subsahariana.